Toda la vida por delante

En los mentideros se comentaba antes de Mónaco, que Ferrari podía dar por terminada la temporada. Pasó la carrera en el Principado, la de Canadá y también la de Valencia, y llegó la de Gran Bretaña, y con ella una puerta abierta a la esperanza...

Este mediodía se ha celebrado la calificación para el G.P. de Alemania sobre un circuito que tiene de Infierno verde lo que yo (a Nira se lo perdono todo), y que inevitablemente me recuerda el demonio X1 Proyect de Adrian y aquella grúa que devolvió a Lewis Hamilton a una prueba de la que se había escaqueado cuando era el hijo de Anthony y un esbozo de lo que es ahora, y a Markus Winkelhock, hijo a su vez del gran Manfred, liderando la prueba sobre un humilde Spyker sobre el que terminó abandonando.

A lo que iba. Mañana hay muchas probabilidades de que llueva, pero como Webber se ha calzado la pole, Hamilton sale desde la segunda plaza y Vettel desde la tercera, doy casi por seguro que Maylander no se verá obligado a deleitarnos con una ambiciosa arrancada como la realizada en el Gilles Villeneuve de Montreal, así caiga el diluvio universal, que para eso inventó la FIA la posibilidad de retrasar el inicio de las pruebas hasta que las condiciones del asfalto aconsejen que el semáforo se ponga en rojo, para pasar al cabo de 5 segundos a verde.

Fernando, a 4 décimas del comparsa australiano del jovencísimo y vigente campeón del mundo, ha preferido creer a Mario Picazo, apostando por una configuración de agua, y lógicamente, al menos para mí, impenitente optimista, se ha quedado en una modesta cuarta plaza en la parrilla, porque además de en el hombre del tiempo, cree a pie juntillas que con Mark delante, el Safety Car se quedará en los garajes.

También cree el asturiano en Stella, en Domenicali y en Fry, porque gracias a Dios no lee la prensa española ni escucha a la prensa española ni sufre los cambios de aire que mueven la veleta española, y por ello, mañana, muy posiblemente le dedique en silencio la victoria a Aldo Costa, el hombre que a su vez creyó en él sin pensárselo dos veces, el tipo que le dio una máquina que se parecía al RB7 en lo indispensable, aunque dejando espacio para que el de Oviedo, con cuatro retoques, se sienta cómodo sobre ella incluso quedando cuarto en calificación con configuración de mojado sobre neumáticos de seco made in Pirelli.

Mañana saldremos de dudas sobre si queda campeonato o no, que creo que sí que queda, y el lunes al lo mismo de siempre, a la rueda, rueda, rueda, al mareo, al tenemos toda la vida por delante, o al esto ya lo dijimos. ¡Bendito país!