De toda la vida, si no firmas una cláusula indispensable para formar parte de una reunión te estás auto excluyendo de ella, pero los secuaces y tontos útiles de David Richards ya han comprado los modos dictatoriales de Ben Sulayem y, como casi todo el gallinero, consideran que la FIA ha prohibido la entrada del ínclito en la citada reunión del organismo.
Desde luego, una prohibición tiene más recorrido que una auto exclusión, al menos en el plano narrativo, y hete aquí que nadie se pregunta a estas horas qué busca realmente Richards desde que Todt abandonó el cargo, más allá de contaminar el ambiente mientras continúa erosionando públicamente la autoridad del dubaití para acabar haciéndose con el trofeo, siempre por el bien del deporte, of course!