viernes, 14 de febrero de 2025

El reencuentro


Es bonito esto del reencuentro con nuestra actividad, así, medio de sopetón medio programado. 

Williams se ha puesto en marcha y el FW47 ha ofrecido muy buenas sensaciones, que, uno piensa en su infinita ingenuidad, mejor proporcionarlas ahora que posponer el asunto para luego, cuando los gorilas del Virunga golpeen sus pechos reclamando la propiedad del harén y el territorio, mientras avisan a los forasteros que mejor se mantengan lejos si no quieren meterse en problemas.

Estoy escuchando You're never fully dressed without a smile, básicamente porque Herminia afirmaba conocer la melodía que entonaba Lourdes, la esposa del padrino Manolo, sólo cuando la mujer se venía arriba ante el improvisado auditorio para comenzar a desafinar casi por inercia. Un recuerdo de niñez. Una tontería como otra cualquiera.

También es verdad que podía haber elegido Return to Ommadawn, aunque pintaría menos aquí porque mi infancia rebosa festejos en los que siempre se terminaba cantando alguna canción popular antigua, alguna copla, un pasacalles, alguna de Mocedades, de Nino Bravo, o mi santo padre se arrancaba con algún tango del repertorio de Gardel. Cantaba bien el bueno de Julián, y si por un casual se juntaba con su hermana, mi tía Cándida, sus duetos resultaban siempre apoteósicos porque ambos gozaban de una preciosa voz...

En fin, hablábamos del feliz reencuentro con nuestra actividad, ya que, aquí, hasta que no vemos los cochecitos rodar parece que no pasa nada. Y sí que pasa, y hay mucho trabajo detrás previo a la grabación del filming day, y mucha ansiedad también, fundamentalmente porque nada se tuerza y las vibraciones que destile el evento sean óptimas.

Os leo.

No hay comentarios: