Comenzamos a rodar pasado mañana en Sakhir porque no había un lugar más alejado donde llevarnos, y os diría que para llegar al sábado bastará comenzar el miércoles como si os fuesen a pasar revista, a poder ser recién duchados. Dos mudas limpias y calcetines para el jueves y viernes, y eso sin olvidar daros un repasito corporal dos veces al día aunque sea con toallitas húmedas, porque es ponerse y no saber terminar.
La Haka, sí. Una serie completa de hipopresivos de baja intensidad te deja fetén nada más levantarte y antes de desayunar, procurando que haya 48 horas de descanso entre una y otra, que nos da de espacio porque los entrenamientos churris ocupan tres jornadas. Nada de trampas. Serie el miércoles, descanso el jueves y otra serie el viernes para completar. Los hipertensos ya sabéis: bastarán diez sentadillas para mantener guapos los glúteos, y veinte flexiones prono con silla porque no vamos a por la pole sino a procurar aguantar la sobredosis. La Haka, sí, ya voy con ella.
Como una cosa es la teoría y otra la práctica, todo lo dicho en el párrafo anterior puede ser sustituido por una buena Haka maorí interpretada frente al espejo del dormitorio. En serio, es comenzar haciendo muecas y cantando el «Ka mate! Ka mate! Ka ora. Ka ora! Ka mate. Ka mate! Ka ora. Ka ora! Tenei te tangata puhuruhuru...», y que te inunde una ola de energía que ni con suplementos vitamínicos.
Llegados a este punto, antes de nada acordaros de John Barnard, británico para más señas, que en su etapa en Ferrari trabajaba desde Inglaterra y prohibió a los chicos de Maranello que leyeran prensa y tomaran tintorro con el almuerzo. Lo primero por mantener alta la moral, lo segundo, seguramente por joder, para qué vamos a engañarnos. El clickbait mata ilusiones y neuronas, y no hay nada peor en este mundo que Doohan te haga tilín, un suponer, y venga un redactor seguidor de Colapinto a bajarte el optimismo con sus letras. En serio, tener presente al bueno de Barnard, era inglés, repito, y sabía un huevo y la yema del otro sobre la esencia del ser humano.
Huid como de la peste de los listillos que insisten en comparar F1 y NASCAR, y de los gurús viejos, sobre todo de estos últimos.
A ver, soltado así suena demasiado fuerte, pero la vejez no tiene nada que ver con formar parte del círculo de sabios ancianos, aunque algunos jueguen al equívoco y se quejen luego porque nadie les hace caso. En serio, no os dejéis engañar ni por la bisoñez del que confunde churras con merinas ni por una melena saturada de canas, básicamente porque Margaret Mead nos avisó hace muchísimo del peligro que encierran las culturas configurativas y prefigurativas. Olvidad, ¡por Dios, olvidadlo ya!, que en entrenamientos de pretemporada veamos algo de lo que nos espera durante el Mundial.
Los entrenamientos se consideran una excepción dentro de la Normativa. Ésta no se aplica y cada equipo hace de su capa un sayo porque el caudalímetro no está sujeto a reglas, por ejemplo, porque el peso mínimo no importa, porque nadie mide las revoluciones del ICE y la energía eléctrica aplicada por vuelta puede superar los límites, lo mismo pasa con el DRS, vamos, que, en sentido estricto, se pueden incluso probar cositas enfocadas a 2026...
Eso sí, dejaros mecer por la atmósfera. Estrenamos retoño.
Todo es nuevo y huele a nuevo, como una criatura recién salida del vientre de su madre. No consintáis que nadie os amargue la fiesta, ni por activa, ni por pasiva ni por vender humo. Y si la Haka se os hace demasiado dura, tirad por Who killed Bambi? ahora que Zero Day la ha rescatado. Debemos tanto a Sex Pistols, que merece la pena probar a ser nosotros mismos y esperar hasta verano, porque aquí viene la última: con la mierda de entrenamientos previstos, y puesto que entrenar sigue siendo vital e indispensable, hasta España o Canadá, huelga decir que todos caminaremos como pisando huevos haciendo estimaciones, aunque algunos figurines, después de colgar sus sentencias y quejas en redes sociales, salgan a entrenar como si tuvieran treinta años menos.
«Ka mate! Ka mate...!» Os leo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario