martes, 28 de noviembre de 2023

Cada vez más lejos


Hemos terminado la temporada 2023 y hay quien se siente insatisfecho porque Alonso no ha conseguido la trigésimo tercera victoria de su carrera deportiva en F1. 

Bueno, también hay quien se lo reprocha, como si la vida de un piloto fuese siempre tan sencilla como la de Sebastian cuando se subía a un Red Bull de aquellos de 2010 a 2013, y quien dice Vettel puede mencionar a Hamilton entre 2014 y 2020 —excepción hecha de 2016—, o Verstappen este mismo año...

Imagino que resulta tarde para convencer a nadie de que, en Fórmula 1, tan importante como la destreza al volante es contar con un buen cacharro, y no, a pesar de que se lanzaron las campanas al vuelo en el inicio de campaña, el AMR23 ha sido un monoplaza notable [El de Fernando (Aston Martin)] que no ha llegado a ese puntito de permitirnos paladear el sueño, por mucho que el Nano le haya sacado astillas, regalándonos, de paso, un montón de perlas.

Yo estoy contento, satisfecho y feliz, si se me permite expresarlo así. Fue buena idea abandonar Alpine y el tiempo sigue demostrando que dentro del habitáculo del monoplaza dorsal número 14 habita un ser increíble, capaz a los 42 años de seguir haciéndonos soñar, de luchar como si no hubiera mañana cada centímetro de asfalto o cada décima del cronómetro. 

¿La 33 está cada vez más lejos?, yo diría que los que están cada vez más lejos son los numerosos aficionados y redactores que continúan sin entender de qué va esta disciplina y exigen resultados como quien pide a mamá que le haga casito.

Os leo.

3 comentarios:

Cao Wen Toh dijo...

Pudo ganar en Mónaco, y la culpa no fue del coche, sino del zote que decidió ponerle los neumáticos equivocados en el momento más inoportuno.

Anónimo dijo...

Este año he gozado con Alonso más que un tocino en un charco.

Antonio L. dijo...

Tantos años de sequía, hacen que una lluvia ligera parezca un torrencial.

Reconozco que cuando Fernando subió al cajón en la primera prueba me vine arriba como nunca antes recordaba. Pensé que la lluvia ligera se convertiría en torrente, pero para ello es necesario un proceso de aprendizaje y desarrollo que nadie se puede saltar, excepto si te apellidas Braun y te dejan competir con un cacaharro amañado.

He vuelto a releer la entrada sobre las impresiones iniciales sobre el Aston Martin y como siempre el maestro ha dado en el clavo sobre donde se podía llegar a luchar. A falta de que pongan sobre el asfalto la nueva esperanza verde y que nuestro director con su ojo clínico nos de su sabia opinión, creo que la base de partida es muy buena y quizás alguién nos diga al oido......... diga usted 33.

Un saludo de un alonsista.