Aunque alguien tenía que recordarlo, confieso que me produce bastante pereza aludir a lo feo que resulta culpabilizar al piloto por los pecados de los vendehumo que se suben a su espalda en cuanto el aire huele a followers y clics calentitos.
«Aston Martin ha decidido abandonar en 2023 la zona trasera del campeonato y se ha sacado de la manga un AMR23 que la sitúa con opciones de disputar el terreno a McLaren y Alpine por la cuarta plaza del Mundial, y que, visto lo visto en pretemporada, incluso podría hincar el diente (puntualmente) a cualquiera de los monstruos sagrados de la parrilla.»
La cita corresponde al texto que escribí el 27 de febrero pasado a primera hora de la mañana [El de Fernando (Aston Martin)], y el caso es que el transcurso del tiempo ha venido a darnos la razón pues ni fui el único que lo dijo entonces ni de los que ha modificado su perspectiva con respecto al monoplaza de Silverstone, lo que supone, de facto, un sonoro «Sofá: 5 - Púlpito: 0». En esa misma entrada escribí también: «En principio, el AMR23 es un monoplaza de media parrilla alta, no un coche punta al estilo Red Bull, Ferrari y Mercedes AMG, lo que nos pone en que su espíritu es el de sumar la mayor cantidad de puntos posibles más que ir de victoria en victoria...»
No, no es Fernando el culpable de que el suflé que han montado otros se haya venido abajo, ni quien nos está impidiendo disfrutar de un meritorio octavo puesto en el Gran Premio de Japón con el cuarto hierro de la parrilla, que podría haber sido una sexta posición a poco listo que hubiese andado el muro de la británica. Tampoco es responsable del pobre rendimiento de Lance Stroll durante toda la campaña, ni de los tejemanejes de la FIA y la triste respuesta de Aston Martin.
La culpa del bajón que se nota a estas horas no corresponde al piloto asturiano, sino a los calzonazos apresurados que han vivido del bicampeón mientras soplaba viento de cola, pero se rasgan las vestiduras ahora, después de haber sido ellos quienes lanzaron las campanas al vuelo antes de tiempo.
Os leo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario