sábado, 9 de septiembre de 2023

Toy Story


Lo mejor que se puede decir de Herr Doktor es no hay huevos en todo el paddock para correrlo a gorrazos y que no vuelva a aparecer. Personaje polémico, siempre controvertido, Clint Eastwood de otra época, lo que se quiera, pero como proporciona triunfos a Milton Keynes ahí sigue, pidiendo perdón por unas palabras que no tienen cabida en la blandengue Fórmula 1 actual, y a puntito de reírse al entonar el mea culpa porque sabe perfectamente que no le penaliza pues tiene coro de soplagaitas y entregaditos como para detener un tren de mercancías.

Si en vez de en Red Bull militara como asesor de Steiner en Haas, un suponer, y eligiera como juguete a Nico Hulkenberg porque es alemán y se concentra más y mejor, al de Graz no le habrían tolerado ni media tontería de las que son demasiado habituales en él, ni mucho menos una pasada de frenada como la que ha tenido con Checo Pérez y los latinoamericanos.

El éxito nos emboba tanto que aceptamos que lo habite gentuza que no tiene un pase; pero como lo aceptamos, el éxito se convierte en el hábitat natural de lo peorcito de nuestro ganado, tipos purria que se sienten avalados por el personal y persisten en sus excesos de ganadores de timba. 

Marko es un bonito exponente de que tenemos justo eso que nos merecemos. A un lado los Szafnauer y Vasseur habituales, al otro, los piezas que, como proporcionan triunfos, se han creído que pueden triturar a quien les da la gana y mostrarse xenófobos y racistas con quien les apetezca; todos juntos definiendo el futuro de una actividad que se rodea de bonitos eslóganes buenistas pero sigue siendo incapaz de conjurar de una vez por todas sus peores señas de identidad.

No creo que suceda, para qué os voy a engañar, pero estaría bueno que Lewis Hamilton tomara como suya la causa de Sergio Pérez y organizara un pifostio de la órdiga bendita en Marina Bay, con tal de que Liberty Media y la FIA tomen cartas en el asunto y limpien de morralla un paddock en el que pedir perdón jamás debería ser suficiente.

Os leo.

1 comentario:

Matador dijo...


Hola,

La MaFIA y Liberty y sus dos baras de medir, de nuevo. A Piquet padre lo banearon de por vida por referirse a Hamilton despectivamente por su color de piel, pero sobre Marko solo pende el silencio de los estamentos, lo que pone en evidencia lo xenófobo del Sistema, tal y como ya ha dicho algún piloto español de tanto en tanto.

Qué bien estaría un recibimiento como se merece en México y Texas a Herr Doktor y sus pagadores, que tampoco le afean el comportamiento en público.

Salu2!