viernes, 21 de julio de 2017

Origami [McLaren-Honda]


Aprovechando que hemos pasado el ecuador de la temporada y el verano amenaza mostrarse apacible como una siesta interminable, me dispongo a hacer un repaso escudería a escudería por situarlas a todas en su respectivo contexto. Y, cómo no, empezamos por la colista, la incombustible McLaren-Honda.

Atendiendo a los números, lo de Woking y Sakura no hay por dónde cogerlo, para qué vamos a negar las evidencias. 

2 puntos e infinidad de quebraderos de cabeza como saldo después de diez carreras, y eso gracias a que el sistema de puntuación se cambió hace siete años abarcando hasta el décimo clasificado, porque de haber seguido con el antiguo, la anglo-japonesa tendría el contador a cero a estas alturas de la campaña.

Obviamente el asunto no está como para tirar cohetes. Otra cosa es contextualizarlo todo y entender que la normativa 2017 es tan complicada de gestionar como las anteriores, pues a la postre, los que estaban arriba siguen en el mismo sitio y al resto le toca rebañar las migajas que quedan en el plato.

Aquí sí, aquí ya se puede ver mejor lo que está sucediendo porque si ya resulta complicado limar terreno a los rivales en un escenario con pocos entrenamientos y unas ruedas que desgraciadamente parecen piedras, Honda la cagaba estrepitosamente chafando por completo la pretemporada del equipo en Barcelona. A partir de ese momento en que se torció todo, el único camino que quedaba era armarse de paciencia, rezar a Santa Bárbara cuando tronaba, sacar el paraguas para aguantar a una prensa internacional que parece una manada de zombies oliendo carne fresca, y trabajar, trabajar mucho...

Fruto de este trabajo se han dejado atrás las vibraciones iniciales, se ha podido mostrar que el chasis del MCL32 es bastante resultón y que su aerodinámica es de las mejores en curva, que el coche es capaz de cuidar neumáticos y que bajo determinadas circunstancias es incluso capaz de terminar carreras, y puntuar, que no se nos olvide.

El saldo parece desastroso. La fiabilidad de la unidad de potencia japonesa es el gran talón de Aquiles del proyecto, hasta el punto de que no sabemos dónde puede llegar porque la del sol naciente acostumbra a dejarnos con la miel en los labios. No obstante, cabe recordar que si alguien puede hacerlo es esta gente, y en sintonía con lo que acabo de decir, juraría que en Hungría Mclaren-Honda ya no será última en la tabla del Mundial de Marcas.

Ayer y anteayer, el MCL32, con Stoffel Vandoorne al volante, rodaba 252 giros completos sobre el circuito de Magny-Cours durante las pruebas de neumáticos para lluvia Pirelli, lo que vienen a ser algo más de tres Grandes Premios de Francia cuando el trazado galo formaba parte del calendario oficial... Sin duda esto es lo que habría hecho falta a comienzos de esta temporada, pero bien está que suceda cuando todavía quedan por delante 10 pruebas antes de que digamos adiós a 2017.

No sé si habéis tenido oportunidad de ver a alguien haciendo una garza doblando papel. Bien hay un momento en que no sabes qué hacen sus manos, ni si lo que va a salir de allí es un avión, un pez o quién sabe qué... pero confías en el artista, y aplaudes cuando el trabajo está hecho. Pues eso, que todo parece una caca con McLaren-Honda aunque hay abundantes señales que animan al optimismo, y es que al final puede que haya premio.

Os leo.

1 comentario:

enrique dijo...

Me sumo a tu optimismo. La diferencia con el creador de la garza es que él sabe que ha de hacer; no tengo tan claro que Honda sepa por donde ha de doblar la hoja de papel.