No recuerdo (desde que está en Fórmula 1) un momento más dulce para Force India como el que disfruta en la actualidad: cuarta plaza en la tabla de constructores con 95 puntos, a 54 de distancia de Williams y sin que sea prioritario acercarse a Red Bull.
Este año la comodidad va disfrazada de rosa, pero es tanto fruto de un trabajo bueno y constante como de una serie circunstancias favorables que han llevado a la de Silverstone a dominar por completo la zona de montonera, hasta el punto de que si sabe gestionar adecuadamente lo que ha conseguido, podría terminar la temporada en la misma posición que mantiene a la salida del Gran Premio de Gran Bretaña.
El VJM10 sigue lejos de ser un vehículo excelente, pero por esas cosas que tiene la Fórmula 1, sus pilotos están sacando astillas de él gracias a la unidad de potencia Mercedes-Benz que lleva en sus entrañas y a que, como decíamos en el párrafo inicial, no hay enemigos en el horizonte ni se les espera, lo que permite hasta cierto punto que Checo Pérez y Esteban Ocon se permitan lujos sobre la pista que nuestro catecismo sólo admite entre rivales de diferentes escuadras.
No es el caso ni falta que hace. La cosa de que Ocon y Pérez luchen cada centímetro de asfalto, a veces incluso con excesiva dureza, favorece el espectáculo y sólo supondrá un problema si Force India se lastima, riesgo, para qué vamos a engañarnos, que parece muy menor a tenor del encuadre que estamos dibujando.
Sea como fuere, la palabra para la segunda parte de la campaña en cuanto a Force India se refiere, es «gestión».
Red Bull navega muy por delante y no se le ocurriría ni al que asó la manteca intentar hincar el diente a la de Milton Keynes aprentando máquinas. El problema inmediato, por llamarlo de alguna manera, es Williams, ya que la de Grove es la más firme candidata a pescar en río revuelto si los vehículos rosas sufren algún percance. Toro Rosso también está ahí, aunque como escribí ayer, dudo bastante de que sean capaces de llegar a inquietar a la india. La que sí puede resultar un problema serio es Renault a partir de Spa, pero ese bicho mejor lo lidiamos cuando tengamos más diáfano el horizonte, aunque ya os digo hoy que veo a la de Silvertone más que capaz de sostener a la furia francesa.
Así que repito que, de Hungría a Abu Dhabi, Force India tiene la obligación de doctorarse en gestión de situaciones favorables, pues teniendo los mimbres que tiene, es casi un fijo en la quiniela y supondría un completo desastre que despercidiara una oportunidad que puede que no se repita nunca.
Os leo.
Este año la comodidad va disfrazada de rosa, pero es tanto fruto de un trabajo bueno y constante como de una serie circunstancias favorables que han llevado a la de Silverstone a dominar por completo la zona de montonera, hasta el punto de que si sabe gestionar adecuadamente lo que ha conseguido, podría terminar la temporada en la misma posición que mantiene a la salida del Gran Premio de Gran Bretaña.
El VJM10 sigue lejos de ser un vehículo excelente, pero por esas cosas que tiene la Fórmula 1, sus pilotos están sacando astillas de él gracias a la unidad de potencia Mercedes-Benz que lleva en sus entrañas y a que, como decíamos en el párrafo inicial, no hay enemigos en el horizonte ni se les espera, lo que permite hasta cierto punto que Checo Pérez y Esteban Ocon se permitan lujos sobre la pista que nuestro catecismo sólo admite entre rivales de diferentes escuadras.
No es el caso ni falta que hace. La cosa de que Ocon y Pérez luchen cada centímetro de asfalto, a veces incluso con excesiva dureza, favorece el espectáculo y sólo supondrá un problema si Force India se lastima, riesgo, para qué vamos a engañarnos, que parece muy menor a tenor del encuadre que estamos dibujando.
Sea como fuere, la palabra para la segunda parte de la campaña en cuanto a Force India se refiere, es «gestión».
Red Bull navega muy por delante y no se le ocurriría ni al que asó la manteca intentar hincar el diente a la de Milton Keynes aprentando máquinas. El problema inmediato, por llamarlo de alguna manera, es Williams, ya que la de Grove es la más firme candidata a pescar en río revuelto si los vehículos rosas sufren algún percance. Toro Rosso también está ahí, aunque como escribí ayer, dudo bastante de que sean capaces de llegar a inquietar a la india. La que sí puede resultar un problema serio es Renault a partir de Spa, pero ese bicho mejor lo lidiamos cuando tengamos más diáfano el horizonte, aunque ya os digo hoy que veo a la de Silvertone más que capaz de sostener a la furia francesa.
Así que repito que, de Hungría a Abu Dhabi, Force India tiene la obligación de doctorarse en gestión de situaciones favorables, pues teniendo los mimbres que tiene, es casi un fijo en la quiniela y supondría un completo desastre que despercidiara una oportunidad que puede que no se repita nunca.
Os leo.
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