lunes, 4 de febrero de 2013

STR8 The Faenza's dummy


Disculpadme el título, pero es ver un Toro Rosso como el STR8, que dista bastante en su diseño de su antecesor, el STR7, y que piense inevitablemente en qué estará buscando el mago de Milton Keynes en el cochecito del equipo B de Red Bull.

Dicho lo cual, la de Faenza es una escudería considerada como tal, y como tal voy a tratarla, rindiéndome ante el ejercicio de estilo que ha realizado en su vehículo para este año, ya que salvando su decoración, me supone una absoluta preciosidad.

Así, el nuevo Toro Rosso que conducirán Daniel Ricciardo y Jean-Éric Vergne, que amanecía ante el vulgo hoy mismo, se propone como una auténtica evolución de su pariente lejano (nunca mejor dicho), al ofrecernos una plataforma más estilizada y mejor dibujada que el STR7, en la que destaca una nariz aplanada en forma de espátula que evita el escalón de 2012, para fundirse con la carrocería con delicadeza y sin fisuras, en aras de organizar el flujo que llegará al habitáculo y a la zona central del volumen del vehículo, y los que habrán de llegar hasta las aberturas de los pontones.

Dotado de un esquema de suspensiones convencional: push-rod delantera y pull-rod trasera, el vano delantero que surge bajo el morro, promete una suficiente alimentación de aire que llegando al splitter, se repartirá para buscar la zaga de generosas dimensiones espaciales que se sitúa en la parte terminal del coche, atravesando previamente unos pontones cuyos canales inferiores (marca de la casa desde el STR6) parecen ahora más comedidos que antaño, pero que siguen prometiendo una buena cantidad de aire en la parte posterior del vehículo, sobre los cuales se sitúan unas salidas de escapes en acequia curvada, dispuestas de forma más adelantada que en el Toro Rosso del año pasado, y que clonan la disposición prelimiar ofertada por el MP4/28 de McLaren, el F138 de Ferrari, el C32 de Sauber y el F1W04 de Mercedes AMG, en todo caso en posición más baja que las presentes en el modelo de Force India para 2013 (VJM06).

Que un coche de mitad de parrilla apueste de forma tan clara por el dominio de los flujos laterales y bajos no deja de sorprenderme, toda vez que el propulsor Ferrari Type 056 que monta, no deja de ser un motor cliente de prestaciones menores. Pero ahí está ese STR8, hecho un brazo de mar, dispuesto a gobernar la parte media de la parrilla a base de aerodinámica carente de músculo. Pero ¿quién dijo miedo?

En líneas generales, y a pesar de haberlo llamado dummy, le doy un 6 raspado porque soy consciente de que necesitará de un milagro para llegar entero a Spa, salvo que en Red Bull decidan lo contrario.

1 comentario:

csm dijo...

El dummy ha salido resultón este año ;) Te dejo un link donde luce cintura: http://loosewheelnut.co.uk/post/42346737688

Un besote