martes, 5 de febrero de 2013

MR02 The Dinnington's alternative


Vestido con una decoración sencillamente espantosa, se presentaba esta mañana en Jerez el Marussia MR02, un vehículo que este año competirá solo en el fondo de la parrilla debido a la notoria ausencia de HRT (la escudería española quebró a finales de la temporada pasada).

El diseño del monoplaza ruso parece aplicar al dedillo aquello de si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él, en este caso, en su modalidad: si no puedes gobernar los flujos bajos, baja el coche, porque si su apariencia es ya de por sí muy plana y ancha —particular este último nada extraño, porque la plataforma propulsora Cosworth CA2013 siempre ha sido más voluminosa que sus rivales, el presupuesto no da para utilizar una caja de cambios más estrecha y además, el MR02 incorpora por primera vez el KERS y en algún lugar había que alojarlo—, la posición de la nariz a poco más de un palmo del alerón delantero y la curvatura longitudinal que muestra la carrocería, nos insinúan estar ante un GP2 en vez de ante un auténtico F1.

Sea como fuere, Marussia es una integrante más de El Circo y su esfuerzo por seguir en pie resulta encomiable, de manera que hay que aceptar que con sus infinitas limitaciones, la de Dinnington ha sabido evolucionar su nuevo monoplaza para resolver los problemas de su antecesor, el MR01, al menos en el aspecto aerodinámico (la consistencia mecánica y su capacidad para completar carreras, son otra historia).

Así, el MR02 abandona la nose con forma de cabeza de misil que vistiera su prólogo durante 2012, para ofrecernos un morro muy bajo y aplanado que se ensambla perfectamente con un cuerpo de la carrocería que traza una bonita curva a media altura, con la intención de llevar el caudal de aire frontal hasta unas salidas de los escapes, desde donde serán gobernados para regar la parte alta del fondo plano en la zona del difusor.

Para facilitar el trabajo, los pontones parecen que han sido torneados con delicadeza y mayor inteligencia que en el caso del MR01. De corta estatura y con forma de lágrima elongada, consiguen ahora colocar las salidas de los escapes separadas del cuerpo del vehículo, con abertura en acequia curvada situada en tierra de nadie, lo que augura que servirán para arrastar el aire superior que recorre los pontones, y el que llega por debajo de los mismos, con dirección hacia una zaga muy comprometida por un volúmen interior que sigue siendo a mi modo de ver excesivo.

La cúpula del cubrecapot también ha sido modificada. Sin aleta, salvando las distancias recuerda la limpieza de la mostrada en el RB9, y como éste, también utiliza una generosa salida del aire interno que apunta hacia el vano del grupo del alerón trasero.

En líneas generales, y a falta de ver cómo funciona como conjunto y qué solvencia muestra una vez sea puesto en pista, el MR02 me merece todos los respetos. Ha sabido adaptarse y ha hecho de flaqueza, virtud. Le daría un 4 raspado, pero como antiguo docente, sé perfectamente que también hay que bonificar la actitud, así que con vuestro permiso, le subo a un aprobado aunque su decoración merezca un cate.

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