La tercera víctima

No he ocultado nunca mi particular querencia por Romain Grosjean. En las entrañas de este blog hay alguna que otra entrada en la que lo refiero entre admiraciones. También ha recibido de mi mano alguna colleja, para qué negarlo, pero en general el franco-suizo es uno de esos pilotos que de tanto en tanto me hacen tilín sin saber muy bien por qué, y que van cristalizando poco a poco hasta convertirse en uno de esos tipos a los que sabes que defenderás pase lo que pase.

Esa fue, seguramente, una de las razones que me llevaron a no cargar demasiado las tintas sobre su actuación en Bélgica, y a pesar de que debido a su intervención Fernando tiró a la basura sus aspiraciones de lograr un más que merecido tercer título, y Lewis las de conseguir su segundo, preferí visionar aquello bajo el prisma de la responsabilidad que tienen los que planifican la F1 como un negocio apresurado que abre sus puertas a gente poco curtida, para expoliarla a renglón seguido sin atender a que necesita acumular experiencia.

Sea como fuere, Lotus ha renovado a Romain y toca felicitarme en público, y por supuesto compartirlo con vosotros, porque en un mundo tan mezquino como el nuestro, resulta bastante raro que haya posibilidad siquiera de soñar con segundas oportunidades, y tanto la de Enstone como el de Ginebra se la han otorgado mutuamente.

Dicho lo cual, y pasando de puntillas sobre la circunstancia de que a Romain tardará en perdonársele lo de Spa, si es que algún día se hace, me apetece recalcar que el franco-suizo atesora suficientes cualidades como para ir ganando quintales en una o dos temporadas más.

Rápido a una vuelta, aunque su velocidad de inicios de sesión en calificación haya parecido atemperarse en el último tercio de la misma, ha sabido dar réplica adecuada a un animal de domingo como Kimi Raikkonen, construyendo con el finlandés un equipo equilibrado que al final ha resuelto con notable este 2012 que estamos a punto de sortear definitivamente, de manera que la de Gerard Lopez quedaba cuarta en la tabla de constructores, por delante de Mercedes AMG (doblando holgadamente a ésta en puntos), y detrás de McLaren, a muy corta distancia de la de Woking, para ser exactos. En lo personal, Romain terminaba octavo en la general de pilotos, por delante de Nico Rosberg (por supuesto de Michael Schumacher) y de la promesa Sergio Pérez, lo que habla a las claras de que el larguirucho ha sabido desenvolverse bien en su primer año de retorno a la F1, dominando claramente la zona media de la parrilla, con Felipe Massa delante, pero a tan sólo 26 puntos de distancia…

Las que acabo de dar son simplemente unas pinceladas sobre un lienzo que ha quedado sin concluir precisamente porque Spa y sus secuelas han empañado en exceso, opacado totalmente, diría más bien, una trayectoria que sin tan desgraciada circunstancia merecería mayor interés, y desde luego mayor equilibrio en sus apreciaciones, por parte de una prensa especializada que ha preferido quedarse con lo tosco de unos momentos puntuales —a mi modo de ver fruto de la inexperiencia— en vez de rascar en la película oficial para ayudarnos a entrever la figura de un piloto que promete lo suyo, y que en su primer asalto, ha sido capaz de mojar la oreja a hombres mucho más experimentados que él.

Si como decía antes, Fernando y Lewis perdían lo que no está escrito en Bélgica, sin duda, Romain se convertía en la tercera víctima de calado en el mismo desastre, y por ello me alegro doblemente porque Lotus haya dado el paso que no han sabido dar muchos especialistas. El año que viene volveremos a disfrutar del franco-suizo, y cruzo los dedos para que sepamos disfrutarlo como creo que se merece y nos merecemos.

Os leo.

[Publicado en Diariomotor]