La favorita

McLaren llega a Bahrein claramente posicionada como la escudería con más posibilidades para terminar en cabeza este extraño comienzo de sesión. 

Lewis lidera la general de pilotos seguido a muy corta distancia por Jenson, y en consonancia, la de Woking capitanea también la general de marcas, lo que en cierto modo resulta chocante con respecto a lo que ha sido la tónica de las últimas temporadas, porque la británica nos tenía demasiado acostumbrados a unos inicios de calendario cuando menos algo erráticos, por no decir lisa y llanamente, faltos de mordiente.

Buena parte del éxito obtenido hasta el momento se debe sin duda, a la inteligente labor que lleva realizando McLaren desde el año pasado, toda vez que el MP4/27 es una consecuencia natural de su antecesor el MP4/26, pero no es menos cierto que a lo dulce y halagüeño del escenario está ayudando en buena medida, la templanza mostrada por sus dos pilotos oficiales a la hora de encarar sus respectivas responsabilidades, hasta el punto de que da la sensación de que hubieran dejado de pelear entre ellos para hacerlo exclusivamente en solitario, sin referencias horizontales, vamos, favoreciendo de esta manera que el saldo común se vaya incrementando sin demasiados aspavientos.

Hamilton ha vuelto por sus fueros en calificación, y aunque de momento y por diferentes razones y algo de mala fortuna, no haya podido rentabilizar en carrera el buen trabajo realizado los sábados, ha firmado tres terceros puestos consecutivos que a la postre le han permitido llegar a Sakhir comandando la clasificación de conductores. Button, sin embargo, aun resultando más explosivo que su compañero durante las pruebas, ha visto penalizadas con el cero obtenido en Malasia, su victoria en Australia y su segundo puesto en China.

Así las cosas y como decía al comienzo, los augurios para la de Woking parecen muy favorables a la hora de encarar Bahrein. El MP4/27 se muestra firme en pista, estable, dócil incluso, y desde luego muy eficiente gracias a la soberbia plataforma que lo impulsa. Se desenvuelve bien en recta y también en paso por curva, y aunque se antoja más promediado en rendimiento que el MP4/26, tanto Lewis como Jenson se muestran cómodos en él, lo que podría ser la mejor baza posible para McLaren durante esta temporada, toda vez que las distancias entre los diferentes rivales de la cabeza se han reducido a la mínima expresión y toca trabajar cada centímetro de pista como si fuese una final.

A falta de saber cómo va de bien o mal el W03 de Mercedes AMG, a mi modo de ver el único coche que de momento podría plantar cara a los McLaren, mi candidata para liderar el cotarro hasta el verano sigue siendo la británica, precisamente por el equilibrio y la consistencia como escudería que está mostrando: dos grandísimos pilotos sobre un coche que se ajusta como un guante de gamuza a sus diferentes características, y un muro dotado de la suficiente cabeza fría como para no interferir en el comportamiento adulto y maduro de los hombres que sobre el asfalto han defender los colores del equipo.

Sí, salvo que interfiera Fernando, tengo la sensación de que el G.P. de Bahrein puede suponer un bonito mano a mano entre Lewis y Jenson, con el resto de comparsas.