lunes, 19 de agosto de 2019

El diablo sobre ruedas


Juntas una carrera en la que por causas meteorológicas la parrilla se compuso siguiendo el orden de la clasificación general del campeonato, con un final de temporada apretadito y con un óvalo peculiar de tres vértices (tri-oval) —controvertido por su supuesta peligrosidad y porque el año pasado fue triste escenario del brutal accidente sufrido por Robert Wickens, que permanece en el alero porque posiblemente en 2020 ya no forme parte del calendario de la IndyCar Series—, y ya tenemos la Pocono 500 disputada sobre el Pocono Raceway de Long Pond, Pensilvania.

Sin duda hay que rebobinar un poco. La meteorología adversa hizo acto de aparición el sábado y la clasificación oficial no se llevó a cabo porque la organización prefirió abrir espacio para que los participantes rodaran sobre el trazado, y aquí tenemos, muy posiblemente, una de las claves para entender la prueba, ya que los pilotos más rápidos en entrenamientos no ocupaban las plazas privilegiadas en la salida porque, como decíamos en el primer párrafo, la arrancada se dio siguiendo el orden del campeonato.

Scott Dixon, por ejemplo, partía cuarto, y Simon Pagenaud, Ryan Hunter-Reay y Takuma Sato, lo hacían tercero, sexto y séptimo, respectivamente, mientras que un discreto Josef Newgarden salía en pole (sin acumular el punto correspondiente), seguido por Alexander Rossi, su inmediato rival al título, a pesar de que el californiano se había mostrado más sólido y rápido en entrenos que el de Tennessee. Sintetizando, que es gerundio: la lluvia, la niebla y la decisión de Dirección de Carrera, habían larvado para el domingo un bonito totum revolutum que tuvo feas consecuencias al comienzo de la Pocono 500 porque durante los primeros compases hubo evidentes prisas por resolver lo que debía haberse aclarado en clasificación, de haberse celebrado, claro está.

Y bien, el inicio de la prueba no arrojaba sorpresas. Pagenaud encontraba hueco y descabalgaba rápidamante a Rossi y Newgarden con Will Power colocado ya en la tercera posición, pero antes de alcanzar el segundo vértice, Sato atacaba por el exterior a Rossi, se movía hacia el centro de la calle sin apercibirse de que Hunter-Reay cerraba el interior del de Andretti, quien se quedaba sin espacio, y desataba un aparatoso accidente que cazaba a James Hinchcliffe y Felix Rosenqvist, quien volaba literalmente por encima del muro antes de tomar tierra en la pista. Por fortuna ninguno de los cinco pilotos salió malparado, ni siquiera Sato, cuyo monoplaza yacía volcado sobre el asfalto e hizo temer lo peor, pero la consiguiente bandera roja supuso casi cincuenta minutos de neutralización y una reducción considerable de la duración de la prueba porque la lluvia volvería a tomar protagonismo.

La relanzada se daba con Pagenaud al frente, Newgarden siguiéndole y Dixon en la tercera plaza, algo que cambiaría en los primeros metros porque el poleman no estaba para demasiadas fiestas y había gente con más hambre que él en Pocono. En todo caso, que es a lo que vamos, la tranquilidad fue la norma general hasta la vuelta 115 porque nadie preveía entonces que la prueba iba a contar con 72 giros menos, ni siquiera cuando Spencer Pigot perdía el control de su monoplaza originando un caution poco después de que Will Power hubiese visitado el box, lo que le permitió retornar a pista en cuarto lugar y con ganas de escalar posiciones...

A la espera de un último relevo frenético (típico de las carreras en óvalo) que por circunstancias ajenas no llegaríamos a disfrutar, la prueba transcurría sin sobresaltos. El de Penske cumplía su tercer relevo y con mejor ritmo pillaba la cabeza arrebatándosela a Scott Dixon. Imagino que el australiano todavía no tenía claro ganar la prueba aunque ya había comenzado a abrir brecha, pero la caída de un rayo cambió las cosas. Primero una amarilla por precaución, y en la vuelta 128, la roja que clausuraría la carrera por amenaza de lluvia inminente.

Vencía Power, y a falta de tres carreras para concluir el campeonato, Josef Newgarden salía de Pocono consolidado como líder de la general al verse beneficiado por el abandono de Rossi.

Nos vemos en Gateway. Os leo.

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