jueves, 2 de mayo de 2019

Mañana os cuento


Hay días que amanecen torcidos y por mucho que lo intentes no hay manera de enderezarlos, y hoy ha sido uno de ellos, un 2 de mayo que por diferentes razones de ha ido convirtiendo en ovillo de lana en manos de gato...

Se acuesta la tarde en Gorliz y amainan ahí fuera los homenajes a Ayrton —del pobre Roland, como todos los años, el recuerdo ha durado lo justito—. Es mayo, primavera, y por simple densidad histórica de carreras, una de las etapas anuales que más amarguras nos ha brindado: Ascari, Fagioli, De Portago, Bandini, De Angelis, Senna, Gilles...

Hay más nombres, aunque si fuera tan sólo uno ya sería suficiente porque a esto no te acostumbras en la vida y quien diga lo contrario miente como un bellaco. En fin, toca echar el ratito en Nürbu porque así me libero de algunos fantasmas mientras me las apaño para enmadejar de nuevo el ovillo del primer párrafo antes de que mis párpados digan basta y toque irse a la cama sin que la corneta haya llamado a descanso.

Quería haber hecho muchas cosas pero lamentablemente el zurrón de la jornada está repleto de silencios. El Norte del Sur todavía sigue dolido y Nuria celebrará el día de la madre sin el calor de Alex. Lord Archibald ha sentido en propias carnes lo que supone que te arrebaten a un hermano; a Oscar lo sueltan el diecinueve pero a mí me han prolongado la condena, aquí, en Reading, por mal comportamiento, dicen.

Vamos a por las 6 Horas de Spa-Francorchamps aunque me he perdido los primeros entrenamientos. Pero la vida sigue y no sé si la noticia es buena o mala, o peor. No sé, de verdad, mañana os cuento...

Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ánimo!

Abrazos.

JJ

Pepe Escriche dijo...

¡Bon día D. José! Hoy es 4 de mayo, espero y deseo que hayas podido recargar baterías. El fin de semana nos espera. ¡Ánimo!