jueves, 10 de octubre de 2013

Teresa, ¿cómo te llamas?


El móvil de Bernie debe andar echando humo. Desde que el domingo pasado se desataran las lenguas de algunos pilotos y a las horas siguientes se hayan sucedido los desmentidos sobre las palabras vertidas, secundados por las consabidas y bien paridas alabanzas a Sebastian, el mundo suena distinto y ya no hay abucheos sino tintineos de campanillas y olor a sacristía, mientras de fondo escuchamos el rozar de los hábitos y los pasitos apresurados de las monjitas corriendo por no llegar tarde a misa de alba, que el capellán se enfada, que sí, que no perdona que el claustro se vuelva revoltoso.

Bernie ha excedido su saldo sí o sí, amén de que ha perdido la cuenta de las veces que ha hipotecado de nuevo su alma al diablo entre llamada y llamada. ¡Que sí, coño, que el Hembery es un engreído de mierda pero no me jodáis el patio porque el año que viene lo arreglamos...!

El año que viene, siempre el año que viene. La estabilidad reglamentaria ha saltado hecha pedazos y hay por ahí una escudería que se ha pasado tres pueblos, o siete, como Montoro al decir que no somos más pobres sino que crecemos, que muy al contrario de lo que cada día palpamos, en el bar, en la frutería o en nuestras respectivas trincheras, lo que ocurre es que hemos moderado nuestro crecimiento de tal manera que hemos olvidado por qué caminábamos antes con la cabeza bien alta.

Crecí entre monjas. No creo haberlo contado pero os lo cuento hoy que la tarde sobre Gorliz susurra timbres lejanos. Antes de pasar a Menesianos, en el colegio Santa María de Portugalete, después de haber sido aleccionado en las urdimbres de todo esto por el hombre más inteligente y generoso que jamás he conocido, José, mi abuelo el hojalatero, me cultivé inicialmente en las Hermanas Carmelitas de Santurce, en el colegio San José, también, un antiguo chalé señorial con una casona aledaña, donde fui querido como crío por la Hermana Teresa, una mujer mayor, seca y profundamente amable, de la que me han quedado grabados sus ojos oscuros y su sonrisa enmarcada por el blanco de su toca. A su lado aprendí las cuatro reglas, pero sobre todo a ser considerado...

Resulta curioso vislumbrar ahora cómo nos movemos en círculos a lo largo de nuestra vida, cómo creemos ir de aquí para allá para descubrir al cabo que apenas nos hemos movido un palmo del lugar donde comenzó todo.

La Hermana Teresa, cuando los rayos, la lluvia y la tormenta azotaban el puerto de Santurce y permanecíamos en clase, acostumbraba a mandar cerrar los libros mientras comenzaba a dar palmas y a cantar, animándonos a que la secundáramos y olvidáramos por un momento el infierno que se había desatado sobre nosotros. Acertaba siempre. Teresa, la mujer, nos embaucaba y su magia, como la del flautista de Hamelin con los ratones, resultaba siempre poderosa aunque jamás había sido madre...

Años después, muchos, para ser exacto, recalé en Las Esclavas del Sagrado Corazón de Bilbao para impartir clases de dibujo artístico y técnico. Encontré entrañables amigas, pero Teresa no estaba.

Pienso en ella hoy y en lo mucho que nos esforzamos porque las cosas no parezcan lo que son, en cómo Bernie no ha desperdiciado el tiempo en tornar nubes borrascosas en palabras amables, pero sobre todo en su nombre de pila, en el de ella, se entiende, en el de Teresa, en el de la hechicera que alejaba nuestros fantasmas, cuando niños, aprendíamos a su lado a no sentir miedo así nos cayera el mismo cielo encima.

Os leo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

José, eres un puto grande. Da gusto leerte.

Anónimo dijo...

Yo también fui a monjas, crack :-)

Anónimo dijo...

Pienso igual que tu. Primero se critica a vettel y luego Vettel se lo merece todo. Todo es muy hipócrita. ¿Has leido a Ferrari defendiendo a Pirelli?

http://www.mundodeportivo.com/20131008/motor/f1/ferrari-defensa-pirelli_54390673895.html

Esta f1 da asco.

Un saludo

Interlagos dijo...

Anonadado me he quedado con la muerte de María de Villota. Espero que esté en un lugar mejor. No tengo palabras...

Anónimo dijo...

Me he quedado de piedra esta mañana. Descanse en paz.
Un día triste. Escuchando esta mañana testimonios se me ha hecho un nudo en la garganta.
Estaba esperando la entrada de nuestro querido Jose.

Amigos, "La vida es un regalo". Un abrazo sincero

J-CAR dijo...

María, vuela alto, campeona.
Cantemos con la hermana Teresa:
https://www.youtube.com/watch?v=sitrdT6qg94