El ninja de Jalisco

«Quizá ha sido más estúpido él porque lucha por el título y mira los puntos que ha perdido.» Las palabras de Sergio Pérez al respecto de la bofetada virtual que le había propinado anteriormente Kimi Raikkonen, bastarían para levantar de su descanso eterno a don Pierre, el Barón de Coubertin, pues sintetizan a la perfección la ley del embudo a la que se acogen algunos pilotos para justificar sus incorrecciones.

Y es que el mismo piloto, Pérez, en el mismo sitio, Mónaco, clamaba el año pasado contra Maldonado en los siguientes términos: «No sé qué hacía Pastor esta mañana. Era completamente innecesario. Estábamos en una vuelta lenta. Quería hacer una vuelta lenta, pero él quería ir más rápido, así que me fui al interior para dejarle pasar y él se vino hacia mí.» Y lo cierto es que con los mismos protagonistas, Sergio y Pastor, en Silverstone 2012, la cosa subio de tono tras un lance de carrera al que se refirió el primero diciendo del segundo: «Todo el mundo está preocupado por él. Es un piloto que no sabe que nosotros nos estamos jugando la vida y no tiene ningún tipo de respeto. Es un piloto muy estúpido.» 

En fin, me dejo de citas que me quedo sin espacio para opinar. Total, que está visto que el mexicano, cuando sufre a un compañero de parrilla sobre el asfalto, se pone digno, pero cuando es él quien hace sufrir a sus colegas, adopta un aire suficiente y se queda tan pancho, de manera que en 2012, podríamos haber puesto en boca del de Guadalajara aludiendo al venezonalo, las recientes palabras que Kimi le dedicó a él el domingo pasado: «Quizá deberíamos darle una bofetada para que aprenda, sabía que era agresivo, pero no tan estúpido.»

¡Ay, cuántas vueltas da la vida. Hoy eres Pérez el pulcro y mañana te pones el balaclava negro y te conviertes en el ninja de Jalisco!

Y el caso es que comprendiendo a Sergio, esta vez no puedo darle la razón. Como él mismo admite, no se jugaba nada (¡pobre McLaren para que uno de sus pilotos oficiales insinúe ésto!), y comenzó a apretar a los que sí se jugaban algo por ver si les metía el miedo en el cuerpo. El asunto estuvo bien en el adelantamiento a Jenson, que ya se sabe que un compañero es siempre el primer enemigo a batir, pero se acabó yendo de madre.

Lo de Fernando no tuvo nombre y no porque fuese el Nano, sino porque no había sitio y si el asturiano no se estuviera jugando unos puntos indispensables, a lo peor habían terminado abandonando por colisión el de Ferrari y el de McLaren. Pero lo que clama al cielo es lo del asalto del ninja de Jalisco al finlandés errante, y es que pretendes jugar al chuto o muete con Kimi, que no entiende de halloweens ni tiene nómina para dar regalos, y lo de menos es que no te lleves ni un miserable caramelo a la bolsa, sino que tienes muete asegurada por mucho que se esté jugando Kimi, que se lo estaba jugando. Y aquí radica el quid de la cuestión: Kimi se jugaba algo en serio y Sergio estaba sencillamente jugando, y espero que se entienda el matiz que adquiere en la frase el verbo jugar, porque lamentablemente creo que es lo que todavía no ha entendido el ninja de Jalisco.

Nos leemos.

[Publicado en Diariomotor]