miércoles, 4 de julio de 2012

Jugando a estar vivos


En días como hoy, en los que se hace rematadamente complicado escribrir sin recalar en María de Villota, en Marussia, en la estupidez de la FIA o en la de todos nosotros, acostumbro a dejarme llevar apoyándome en una foto, sin saber muy bien ni dónde dará comienzo ni dónde acabará la entrada, ni siquiera si seré capaz de no cagarme en todo a mitad de texto, para que mañana me arrepienta.

Buscando por ahí he dado con Mansell navegando en el agua, sobre un circuito que ni reconozco ni quiero reconocer (total, para qué), y me he dicho mientras me servía un vaso de whisky y cargaba de nuevo mi pipa, que tal vez hoy me serviría Nigel volando bajo la lluvia para armar unas líneas que ayuden a liberar la mala entraña que llevo puesta tras leer por enésima vez que María no estaba capacitada para subirse a un F1.

Confieso que he andado hoy poco por Twitter, en realidad, lo justo para encabronarme de nuevo. El trabajo aprieta y hay días en que es mejor arrinconar las redes sociales y dejarlas para mejor momento porque las alubias son sagradas. Si nuestra tradicional legumbre suponía esta misma mañana una excusa estupenda, el miedo a toparme con según que comentarios me ha decidido a manterme alejado del jaleo durante buena parte del día, pero al final ha surgido lo inevitable: el qué se cuece que sirve de anzuelo, el qué hay de nuevo que hace de cebo, el condicional y si hay novedades que siempre te coge por los huevos en esta sociedad con prisas donde impera el patadón y p'alante.

Y te encuentras con el nonagésimo tipo que afirma de manera tajante que María no estaba preparada para correr en F1, y te preguntas cómo coño lo sabemos, y miras a los que le jalean el comentario y te preguntas si Henry Surtees estaba preparado para hacerlo en F2 cuando un neumático le segó injustamente la vida, o si acaso Robert Kubica estaba preparado para correr rallies cuando se encontró con una guadaña con forma de guardarraíl, y piensas en la posibilidad de que todos los pilotos que han sufrido un accidente en su vida deportiva a lo largo de la historia, a lo peor no estaban preparados.

Y sientes que te hace falta algo de música para digerir tanta barbaridad y te pones L'uomo dell'armonica, pieza magistral compuesta por Ennio Morricone, que sintetiza a la perfección en el western lo bobos que resultamos en nuestra realidad cotidiana, cuando creyéndonos infalibles, dependemos de los pulmones de un tipo que tarde o temprano terminará cediendo las rodillas de puro cansancio, para que el dogal se cierre definitivamente alrededor del cuello. Y ves a Henry Fonda ejerciendo de malo bíblico (inevitable recordar también a Martín, aunque esta vez con una sonrisa en mi boca), y reconstruyes la horca, y palpas el mal fario, y aciertas a rozar con la punta de los dedos eso que comunmente llamamos fatalidad, y recuerdas a Gilles todavía sujeto a su asiento, sobrevolando el asfalto de Zolder...

Y vuelves a pensar en Nigel, y te templas porque el león británico vive para contarlo, y piensas inevitablemente en que nacemos para ir muriendo, poco a poco, año a año, y que mientras se consume la vela que alguien desconocido nos ha dado para que la sujetemos entre las manos, jugamos sencillamente a estar vivos haciendo lo que queremos, o lo que nos mandan. 

Afortunados los primeros y desgraciados los segundos, porque a estos últimos sólo les queda disfrutar de algún miserable segundo de gloria tirando piedras sobre los primeros.

5 comentarios:

GRING dijo...

María de Villota es una persona muy valiente que perseguía un sueño y trabajaba cada día en un mundo muy hostil para hacerlo realidad. Todos los que hablan y escriben sobre ella de forma negativa son incapaces de entender de qué pasta hay que estar hecho para ARRIESGAR buscando hacer realidad lo que deseas.Son pura basura; los calificas de modo muy benevolente. Gran entrada, en el fondo y en la forma.

Aficionando dijo...

De acuerdo. Me dado una vuelta por algunos foros, y tengo náuseas. Algunos hasta hacen chistes. No sé qué clase de país es este donde rezuma este odio que todo lo pringa.

Tadeo dijo...

El accidente ha sido raro, pero una vez herida eso ya no importa.

Lo importante es la salud de María, y no deberíamos perder el foco de ahí.

Saludos

Anónimo dijo...

Hola a todos,

Hace un parde semanas nos incomodaba la hipocresía acerca de los propios comentarios de María sobre porqué no iba a correr el GP de Europa. La verdad es que la parte "comercial y ventas"de este negocio-espectáculo es nauseabunda. Pero, a mi entender había un cierto recochineo más hiriente, más sexista, más clasista, más de envidia-miedo-incomprensión, con la función "florero" de Villota que con la de cualquier otro piloto actual. Levándolo al extremo, la del mismo Gené.

Pero es que con el accidente lo nauseabundo ha subido a deleznable. ¿A alguien se le ocurrió -no ya decir, sino tan sólo pensar- que RAI era un gilipollas, chulo, consentido y derrochador, además de torpe, cada vez que volcaba en un rally? Pues eso. Es que hay mucho gorila descerebrado en el mundo, que ven la F1 por la tele y que no. Como especie somos más bien para andarse con ojo.

Pero, en fín, aquí el asunto principal es que las secuelas del accidente sean, en todos los órdenes, las mínimas, aunque no vuelva a tocar un volante nunca.

Y el segundo asunto es explicar todo lo que falló en todos los procedimientos, de la FIA, del Equipo, de las instalaciones, de la propia piloto, para que se produjera ese accidente. He participado durante años en comités de estudio de causas de accidentes laborales y lo único que ahora tengo claro es que han debido haber varias causas directas para llegar a esto. Es posible que algunas se tapen (por lo de la falsedad, hipocresía y sucias mentiras que cubren la F1) pero haberlas, las habrá. ¿Qué coño hacía una mierda de camión con la rampa como estaba? ¿cuáles son los mínimos requisitos que la FIA impone para que se puedan llevar acabo esos test si parecía aquello una txozna de la Aste Nagusia? ¿y cómo comprueban que se cumpla? ¿qué calidad de software, revisiones, estado del coche en definitiva, puedes esperar de un equipo como ese de manera que el coche realmente se comporte como te han contado que se va a comportar? ¿qué riesgos asumimos y con qué ruedas de molino hemos de comulgar para seguir aferrados a -quizá- una quimera?

Vaya mierda de todo. ¡Ánimo María!

Anónimo dijo...

Un abrazo a María y un saludo a Jose y a los demás.


ABB (se me olvidaba)