Parece que llevamos media temporada encima, pero unicamente se han disputado seis carreras de las veinte propuestas para este año, es decir, que con la que se celebrará a partir de mañana en Montreal, la cosa queda en que el domingo a última hora española, cuando haya terminado la prueba en el Gilles Villeneuve, nos habremos metido en el cuerpo tan sólo un miserable tercio de sesión.
La sucesión de hechos diversos, la incertidumbre, los cambios de posiciones en la tabla de pilotos con seis tipos diferentes subiéndose a lo alto de los podios de Melbourne, Sepang, Shanghai, Shakir, Barcelona y Monte-Carlo, y otros avatares mayores y menores; amén de que el efecto Coanda hacía acto de aparición y desaparición como acostumbra a hacer nuestro río Guadiana, y que hoy se copiaba la solución Sauber y mañana la suiza copiaba la de McLaren y todo se iba al carajo; o que...
Estamos pelín saturados y esta es una certeza como un piano de grande, y sin saber si el asunto se debe a que nos faltaba costumbre o a que no sabemos ni por dónde nos da el aire, con lo cual el ruido de fondo y el barullo ambiental nos pone la cabeza de aquella manera, lo mejor que se me ocurre recomendar es que nos vayamos acostumbrando, porque hasta Spa, me temo que las posiciones y los estilos y las soluciones utilizadas por unos y por otros vehículos, nos van a seguir sometiendo a un continuo sinvivir al que como buenos frikis deberemos enfrentarnos con una enorme paciencia y por supuesto con la cabeza bien alta.
En este orden de cosas, me ha hecho gracia la revuelta que ha tenido lugar estos días pasados por parte de los circuitos, que argumentando estar como nosotros, a dos velas y en cierto modo cansados de no saber a qué atenerse con tanto cambio de reglamento y con tanta sorpresa como hay suelta —aunque a ellos, en vez de dolerles la cabeza les duela el bolsillo—, han decidio organizarse como FOPA (Formula One Promotions and Administration), comenzando su andadura con tan buen pie que sin quererlo, sospecho, acaban de pisarle el acrónimo a la Asociación de Fotógrafos de F1 (Formula One Photographers Association), grupo que lleva en funcionamiento desde 1985 y que supongo que tendrá algo que decir al respecto.
Chascarrilos aparte, la FOPA esta, a la recién acuñada me refiero, se queja de lo mismo que nos llevamos quejando nosotros desde hace la intemerata.
Este blog, sin ir más lejos, le ha servido a este humilde servidor como cauce para señalar con el dedo la miopía de la FIA y el FOM, y las escuderías, a la hora de hacerse entender por el aficionado, por el consumidor, en definitiva, y para denunciar que la necesaria información llega a sus destinatarios naturales con cuentagotas o contaminada, mientras la carencia de caldo sustancial asola las redacciones, quema profesionales y tumba revistas o medios. Y que esto no es bueno se vea como se vea, porque si como deporte la cosa cojea bastante tratándose como se trata, de una actividad en la que entender es casi tan importante como sentir o disfrutar, como negocio no tiene un pase porque se carga el futuro al ahuyentar a la gente que se acerca a la F1 tratando de asimilar de qué va, y se marcha con la sensación de que no hay Dios que entienda nada, ni en lo técnico ni en lo deportivo.
Así las cosas, como decía aquél, no queda otra que seguir jodiéndose, me temo, aunque siendo positivo prefiero quedarme con la frase que se le atribuye a Picasso y que dice así: cuando llegue la inspiración, que me pille trabajando. Y a la espera de que la cosa cambie, a mí, desde luego, el asunto me pillará al pie del cañón, al menos hasta la entrada 2.000, momento en el cual reconsideraré si me sigo divirtiendo o por el contrario siento que llevo demasiado tiempo haciendo el capullo como para proseguir.
Tranquilos, esta entrada sólo hace la 1.300.
2 comentarios:
Parece ser que Red Bull sigue con su "búsqueda del límite" y la FIA con su absurdo reglamentario.
La FIA ha obligado a cambiar los conductos de refrigeración de los frenos del RB8 bajo amenaza de sanción en Canada, ya que son un aditamento aerodinámico y no solo un conducto de refrigeración como dicta la norma.
No hay sanción, tal y como estamos acostumbrados, aunque se hubiera estado utilizando desde principio de temporada ya que el coche pasó todas las revisiones de la FIA.
Resumiendo: Charlie Whitting vio el coche y dijo adelante, pero en cuanto han entrado los profesionales de la aerodinámica, los ingenieros, lo han echado atrás.
Como comentabas el otro día, por lo menos de Mosley nos podíamos reír.
Saludos
Y lo más gordo es que lo más seguro es que todos estos agujeritos tan visibles de Red Bull sean material de despiste para que otras cosas más "serias" pasen desapercibidas.
Publicar un comentario