lunes, 24 de octubre de 2011

24 horas al día


La muerte reciente de Dan Wheldon y la todavía tibia de Marco Simoncelli, me han hecho recalar en el accidente brutal que sufrió Sergio Perez en el pasado G.P. de Mónaco y en cómo de liviano nos lo tomamos, incluso los que atinamos a afinar que el mejicano se había salvado por el canto de un duro en un peligrosísimo lance que pudo costarle la vida.

También he pensado estos días, ayer mismo de nuevo y esta mañana, por supuesto, en la certeza animal que atesoro desde que cerré los ojos de mi padre, de que tarde o temprano a todos nos ha de llegar ese momento en que dejaremos de ser por siempre jamás. Para ser sincero, desde aquel lejano lunes de marzo de 2008, me aplico a diario en asimilar que vivo de prestado, procurando ser yo mismo las 24 horas del día, porque si algo quiero dejar detrás, es sinceridad incluso en la peor de mis peleas.

Wheldon era un tipo con crédito inmaculado, pero Simoncelli suponía en España el reverso de la moneda. Si sencillo resultó alabar post mortem al británico, las alabanzas al italiano se las están teniendo que ver, todavía a estas horas, con el muro levantado con las mismas piedras gruesas que él mismo se encargó de cantear interpretando con ahínco latino al bad boy de la película bajo su tupida melena.

Pero si algo tiene de dulce la muerte, es su terrible ceguera y su infinito sentido de la justicia. Ante ella todos valemos lo mismo y tasamos idéntico peso, así te llames Ayrton, Julianchu, Dan o Marco, o incluso José Antonio... A su paso y salvo excepciones, todo debería ser borrón y cuenta nueva, aunque en lo nuestro, el asunto se pone cuesta arriba porque lo impiden las palabras vertidas en blogs, listas y foros de aficionados, revistas y diarios; o soltadas al aire a través de podcasts, programas de radio y televisión, o incluso en tertulias, pues suponen clavos de hierro forjado que nos impiden ser generosos cuando más falta hace.

Pedrosa, Lorenzo, Perez, Hamilton, Vettel, Alonso y tantos deportistas del motor, se juegan la vida en cada carrera para que nosotros disfrutemos. Sólo por eso merecen que les miremos con respeto, y que cuando uno de ellos por desgracia se deja su presente y futuro sobre la pista, como ha ocurrido con Wheldon o con Simoncelli, tengamos agallas suficientes como para mirar su pasado con la generosidad de quien se sabe al menos tan vulnerable como ellos.

9 comentarios:

Aficionando dijo...

Muy buen artículo, cargado de razón.

orly dijo...

" La muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja".
No se de quien es la frase, pero me impresionó mucho.
Y yo añado que a los pilotos la ventaja es más corta, pues viven demasiado tiempo al límite.
Desde de aquí quiero dejar patente mi admiración de todos aquellos que arriesgan el pellejo, para el placer y disfrute de otors como yo.
Saludos y genial artículo.

Noe_Izumi dijo...

Nada que añadir, Jose, perfecto.

csm dijo...

"...tan vulnerable como ellos.."

El robot "Cutie" de Asimov, en uso de sus "facultades", se niega a creerse inventado por el hombre. En un lucidísimo razonamiento, le dice a su creador: "Fíjate en tí. (...) El material de que estás hecho es blando y flojo, carece de resistencia, y su energía depende de la oxidación ineficiente del material orgánico (...) Entráis periódicamente en coma, y la menor variación de temperatura, presión atmosférica, la humedad o la intensidad de radiación afecta vuestra eficiencia. Sois alterables. "

Y nosotros seguimos desafiando nuestra condición; en una moto, en un fórmula uno, corriendo desenfrenadamente en un óvalo, en un rally, ... Hay mucho valor y mucha generosidad en vivir arriesgando así. ¿O será la rebeldía para no aceptar las palabras de "Cutie"?

Muy buena tu reflexión, Josetxu ;P

Touro Tolo dijo...

En ocasiones como ésta no puedo pensr más que en una persona: Robert Kubica.

Supongo que se sabe lo afortunado de haber sobrevivido al escalofriante accidente con su BMW en Canadá 2007 y supongo que también sabe que haber sobrevivido de nuevo este año es un privilegio que muy pocos han tenido.

Pensemos en los que se quedan, porque los que se van ya no van a padecer ni sufrir. Aunque muchos piensen lo contrario. Lo de Marco y Dan ya no tiene vuelta atrás, pero sus familias tienen una larga travesía que recorrer y todo el que les pueda facilitar el mismo debería hacerlo. Ésa es la explicación por lo que al fallecer debemos olvidarnos de los malos recuerdos y quedarnos con los buenos.

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenas tardes.

Aficionando ;) Muchas gracias.

Orly ;) Siempre los he admirado y admiraré, pero en momentos como estos es cuando más falta hace que reconozcamos que sabemos lo que se juegan ;P

Noe ;) Muchas gracias.

Concha ;) I Robot. Excelente apunte, y desde luego me apunto a lo de la rebeldía, sin ella, vivir no tendría gracia ;)

Xose ;) El borrón y cuenta nueva que decía en la entrada ;)

Un abrazote

Jose

J-CAR dijo...

Descanse en paz...
...el espíritu de Aquiles.

Pablo dijo...

La muerte es algo terrible, aunque el ser humano es Morboso por nauraleza y no tendría que ser así la muerte Mitifica y creo que eso pasará con Simoncelli.

Hay que elogiar a cada uno de los pilotos que compiten sobre 2 ruedas dado que el riesgo que corren es mayor que en 4 ruedas, una desgracia tambien lo de Wheldon.
Afortunadamente en la Formula 1 llevamos ya casi 20 años sin lamentar ninguna desgracia Personal, aunque muy cerca estuvieron Kubica y Massa por citar algún ejemplo, esperemos que la seguridad en Competición siga avanzando

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenos días.

J-Car ;) Y tanto que el espíritu de Aquiles, y tanto ;)

Panoramadelmotor ;) Por desgracia, son este tipo de desgracias (valga la redundancia), las que marcan si se ha tocado techo o no en temas de seguirdad. De momento, en F1, el asunto está funcionando correctamente, pero habrá que cruzar los dedos, porque la suerte también cuenta ;)

Un abrazote

Jose