Ferrari no da...

No temáis, el título de esta entrada no responde a un cambio de rumbo que me arrime a la corriente que critica a la de Maranello sin explicar en qué se ha equivocado, si es que lo ha hecho, cuando sigue habiendo mucho trecho por delante y todavía mucha tela que cortar.

Tampoco es que pretenda defender una situación que apostilla a Ferrari en un lugar de las tablas de pilotos y constructores que no admite demasiadas lecturas alternativas, pero sí quiero afirmar que seguimos pasándonos de vueltas, incluso reclamando que La Scuderia dé a Fernando un coche ganador, porque desde mi humilde perspectiva de la cosa, ya se lo ha dado.

Mirad, si algo me gusta del ovetense es que es un currela como hay pocos. Creí que había aportado las 6 décimas aquellas que llevó a McLaren, que ésa fue una de las razones por las que le invitaron desde la británica, y sigo sosteniendo que la magnífica temporada de Robert Kubica en Renault (2010) tuvo mucho que ver con el trabajo de hormiguita que realizó nuestro compatriota en la gala.

Por lo demás, es un tipo inteligente que tiene las ideas claras y que trabaja siempre a largo plazo. Sabe, por tanto, lo que quiere y cómo conseguirlo, y buena muestra de lo que digo está en que cosecha sus enormes diferencias en pista porque entiende el vehículo que conduce como nadie. Obviamente, la de Il Cavallino tampoco es tonta, y si recogió a Fernando del desastre propiciado por Ron Dennis en 2007, ha sido, fundamentalmente, porque sabe que el Nano es una apuesta ganadora.

Me cuentan que ayer noche, Andy Soucek comentaba en Marca Motor que estamos en un deporte donde cuentan más los ingenieros, y si bien en parte estoy de acuerdo con la descripción del escenario, también quiero decir que ocurre esto porque ya no abundan pilotos como Alonso.

Dicho lo cual, no debemos olvidar que el 150th Italia también es hijo del de Oviedo, de manera que queda feo que ahora pretendamos sacarlo de una ecuación en la que ha intervenido, y de qué manera.

Lo dije el domingo: yo no me atrevía a sacar conclusiones sobre el comportamiento de Ferrari en Montmeló porque había mucho ruido. Por desgracia nunca sabremos qué habría ocurrido si Whiting hubiese aplicado el mismo criterio permisivo que ha utilizado tantas veces con otras escuderías, ante una laguna del reglamento hábilmente descubierta por Ferrari. El caso es que en el trasunto de alegal a ilegal del invento, a la de Maranello le jodían una carrera, y eso es un hecho. El setup de un monoplaza es algo muy serio, y con la obligación de aplicar uno inadecuado ya sabemos lo que pasa.

Fernando, como de costumbre, puso el resto. Y lo puso, porque como venía diciendo, entiende el 150th Italia mucho mejor que los que se han arrugado y piden ahora que La Scuderia le dé un coche como se merece al bicampeón del mundo. Él sabe lo que tiene, sigue sonriendo, y yo confío.

Os leo.