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Fernando no es un piloto al que le guste dejar flecos, muy al contrario, tiene un afán exquisito en atarlo todo. Calibrada la consistencia del ornitorrinco en Montmeló, estos días pasados, las pruebas realizadas hoy en Jerez tenían que tener como fin valorar con la mayor exactitud posible la distancia real que separa al Renault de sus máximos competidores, y en este orden de cosas, toda vez que Ferrari ha consumido sus kilómetros de pruebas, y que McLaren se ha descartado sola, quedaba apuntar el morro del R29 a la trasera del Brawn GP001, porque el FW31 no contaba.

Tengo buenas vibraciones con el monoplaza del asturiano desde que fue presentado. Es un trasto cachondote, muy redondeado y lleno de sutilezas, y su máximo antagonista ha resultado un buen remedo, un alumno aventajado que ha destrozado los malos augurios que lo rodeaban con una solvencia que a más de uno le habrá puesto los pelos como escarpias. 

Bien, el Brawn puede ir ligero de peso, con alguna revolución extra, haciendo uso de alguna artimaña antirreglamentaria —he visto por fin, y bien, el difusor, y resulta molón porque ha bajado la salida de calor donde nadie se había atrevido. ¿Ilegal? puede, pero en todo caso es imaginativo y puede ser aplicado al R29 mejor que a otros, porque la joya de Enstone y el RGP001 juegan a lo mismo ahí atrás—, pero nada cambia que tenga un ritmo de carrera consistente, que desgaste poco las gomas, y que sea el más veloz, de momento.

Resueltas las incógnitas, un suponer, con el peso pertinente, con las revoluciones a su régimen obligatorio, incluso con un difusor menos creativo, sin ése segundo que le metió a Ferrari en Montmeló, el Brawn estaría en la cabeza, y si las sospechas son erróneas, seguiría estando por delante de los demás, como ocurre ahora mismo.

1 segundo. Sí, mientras se dilucida si el coche de Ross resulta fronterizo o trangresor con el reglamento, si va tarado o ligero, o no, todo por aquello de conseguir patrocinios o por mojarles la oreja a Fukui y a Todt, ésa era la distancia a batir hoy, y el Nano ha cumplido, quedándose a poco más de 5 décimas, y habiendo perdido media jornada por un accidente sufrido apenas iniciada la sesión. Y aunque no le he visto, imagino que estará contento, porque lo tiene a tiro y sabe que en carrera sus manos pueden hacer el resto.