martes, 14 de enero de 2025

Música para camaleones


Las promesas de Ross Brawn se las ha llevado definitivamente el viento. Europa va a quedar en una anécdota dentro del Mundial F1, y todo porque el erario público no está por la labor de sufragar por más tiempo la cuenta de dividendos de Liberty Media.

Ni Verbo ni pollas en vinagre. Al principio de todo estaba el Dinero y el vulgar parné también está al final, y enmedio, y Brawn lo sabía cuando prometió que la Fórmula 1 no iba a dar la espalda a la cuna del deporte, más o menos como Musk conocía de sobra qué iba a hacer con Twitter cuando lo compró. 

En fin, los jeques y los autoritarismos no ponen pegas a la hora de extender cheques, y, ¡qué demonios!, en el viejo continente no hay necesidad de lavar tanto trapo sucio. 

Quedan Montreal, Melbourne, Sao Paulo y Suzuka como vestigios de un tiempo pasado que no ha de volver, mientras Ímola anda en el alero, Zandvoort se cae definitivamente del calendario a partir del 26, y Spa-Francorchamps ha renovado recientemente y con grietas hasta el 31 —en 2028 y 2030 no se contempla que haya Gran Premio de Bélgica—. Con suerte nos quedarán ocho citas europeas de veinticuatro pruebas o más, y siempre que Montmeló logre mantenerse, aunque supongo que todo esto es bueno porque, básicamente, podría ser incluso peor.

Os leo.

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