miércoles, 17 de enero de 2024

Cal y arena [Alpha Tauri]


Conviene no olvidar que en el patio trasero de la parrilla los puntos obtenidos gozan de un puntito aleatorio, valga la inevitable redundancia, que depende muchas veces más de las circunstancias que rodean a la escudería, su monoplaza y los pilotos, obviamente, que de su desempeño en sí, y lo menciono porque, por ponernos en situación, Haas, Alfa Romeo, Alpha Tauri y Williams, han sumado entre las cuatro 39 puntos menos que la sexta clasificada: Alpine. 

La brecha existente es literalmente brutal y prefiero perfilar el escenario donde vamos a encajar a la escudería de Faenza, ya que mis estimaciones de febrero pasado [Lógica aplastante (Alpha Tauri)] se han cumplido pero sólo en parte.

De ser nona en el Mundial de Marcas de 2022, la filial de Red Bull ha pasado a hacer octava en 2023 aunque con casi un tercio menos de puntos (25 frente a 35 de la temporada anterior), y, básicamente, debido a la endeble definición de la pareja de conductores. 

Yuki Tsunoda y Nyck de Vries, no supieron o no pudieron sacar provecho al AT04, pero es que tampoco fue posible para Daniel Ricciardo luego de sustituir al Campeón del Mundo de Formula E a partir del Gran Premio de Hungría —al australiano, a su vez, fue sustituido durante cinco pruebas por el neozelandés Liam Lawson, mientras el primero se reponía del accidente de muñeca sufrido en Zandvoort.

En sentido estricto no hemos podido disfrutar del AT04 como para hacer una valoración adecuada. Beneficiada por la caída de Alfa Romeo, sabe a poco la octava plaza obtenida por Faenza, a tan sólo 3 puntos de la gente de Grove [Buena cosecha (Williams)], ya que, de haber dispuesto de mayor estabilidad en la plantilla de conductores, es arrogable que su trasto daba para haber quedado más arriba, en todo caso, sin duda la experiencia supone un buen punto de partida para el monoplaza de 2024.

Os leo.

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