jueves, 13 de mayo de 2021

El pasado fue distinto

Aprovecho esta bonita imagen en la que vemos el volumen posterior del Porsche 917L que llevaron Elford y Attwood en la edición de 1969 de las 24 Horas de Le Mans (abandonaron finalmente) [Y una más, 1969 (#24LeMans 37)], para despedir las instantáneas en bitono que hemos venido utilizando desde que empezamos esta serie en noviembre de 2018 [#24LeMans].

Han sido 38 entregas contando el texto relativo a 1936 [Fuerza mayor, 1936 (#24LeMans --)], y a partir de la trigesimonona (1970) comenzaremos a usar color en los encabezamientos, quizás por cambiar un poco o tal vez porque aquella fantástica época lo merece, en todo caso, vamos a vivirla en Nürbu de una manera diferente seguramente a partir de esta misma semana, pues ya estoy trabajando en las dos siguientes entregas y la primera de ellas está a puntito, que se dice...

La Resistencia entonces tenía más brillo que la Fórmula 1 y, bueno, también pretendo servirme del espacio de hoy para avisaros de que no hagáis mucho caso a los cantos de sirena que afirman que lo que sufrimos en nuestra disciplina es muy similar al motorsport de aquella etapa. Había mamoneos e ingerencias, e injusticias, como ahora, sin duda, pero el deporte no se había profesionalizado ni tomaba decisiones para vender su espectáculo al aficionado, convertido en la actualidad en un mero consumidor de contenidos.

El show de aquellos años surgía de la propia competición. Cuanta más rivalidad había en pista más rédito se sacaba. Las carreras se mantenían en los respectivos calendarios si estaban acompañadas del respaldo del público y la participación, resultar atractivas era una prioridad. Incluso el periodismo especialista era infinitamente más genuino que ahora, básicamente porque no pagaba tanto peaje ni tenía que subastarse al mejor postor...

Tampoco me enredo. Nos industrializamos. Ocurrió y ya, no vamos a darle más vueltas. Pero cuando surge la supuesta ilegalidad de la aeroeslasticidad extrema del alerón trasero del RB16B, o antes el secreto de Ferrari y su unidad de potencia, y las contraponemos a las bendiciones federativas que recibió el DAS (Dual-Axis Steering) en su primera aparición, lo último que necesitamos es que alguien pretenda dormirnos la oreja aludiendo a que «esto siempre ha sido así», en primer lugar porque no es cierto, y, en segundo y más importante, porque FOM y FIA tienen un poder descomunal sobre nuestra disciplina y, nominalmente, velan para que el espectáculo que consumimos sea lo más limpio y atractivo posible.

En definitiva, no deberían caber cantosas arbitrariedades pero las seguimos sufriendo con los límites de pista, con la aplicación de la norma, etcétera, etcétera, etcétera. Hay elegidos y parias, como antaño, pero el pasado fue distinto y deberíamos dejarlo reposar en paz porque no hay nada que comparar.

Para rematar la faena, os recomiendo que reflexionéis un poco sobre el fondo del artículo de Tobias Grüner que os paso a continuación: «Dass auf einem Podium zwei Jahre in Folge dieselbe Besetzung in der selben Reihenfolge steht, kam in der Formel 1 übrigens erst fünf Mal vor. Drei Mal davon lustigerweise in Barcelona. Aber wir hätten auch einfach ein Foto vom Rennen in Portimao sieben Tage zuvor nehmen können. Oder vom Saisonauftakt in Bahrain. Hamilton vor Verstappen und Bottas – das wird langsam zur Gewohnheit» [Ein Trio mit vier Podesten].

Hoy la Fórmula 1 cumple 71 años y pienso que deberían servir para algo más que como excusa perfecta para dormir niños. Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y los F1 siguen aumentando de peso, en 2022 casi una tonelada! en orden de marcha

https://motorsport.nextgen-auto.com/fr/formule-1/les-f1-de-2022-friseront-le-poids-d-une-tonne-au-depart-d-une-course,159628.html