lunes, 17 de mayo de 2021

Con permiso de VeeKay

El GMR Grand Prix o Grand Prix of Indianapolis, celebrado el sábado pasado sobre el trazado rutero del Brickyard (Indianapolis Motor Speedway), trajo consigo tres agradables sorpresas: el trunfo de Rinus van Kalmthout, aka Rinus VeeKay, la muestra de la rápida adaptación a la disciplina de Romain Grosjean, y un Àlex Palou cuya cabeza piensa seriamente en la victoria en el campeonato IndyCar 2021 a pesar de que la de Indiana suponía sólo la quinta prueba del calendario.

Tras la sorprendente y merecida pole conseguida por el expiloto de Fórmula 1, la carrera se prometía un recital de los gigantes de la actividad, no obstante, el francés supo defender su posición de privilegio y prolongarla hasta el primer cambio de gomas. Para ese instante ya se pudo comprobar que la estrategia de haber comenzado con neumáticos duros podía ser la apuesta ganadora. VeeKay los montaba...

La cita discurrió contenida hasta más allá de su ecuador. La necesidad de mantener vivos los cauchos había servido de apagafuegos y la clave se trasladó a la capacidad de lectura de los Teams y a su reacción en los pasos por garajes, y aquí Ed Carpenter y su joven piloto holandés jugaron mejor que el resto sus bazas, pues Dale Coyne y Grosjean pecaron tal vez de cierta impericia a la hora de gestionar sus opciones de victoria, y Chip Ganassi trituraba las posibilidades de Palou sometiendo a éste a un criminal cambio de neumáticos.

Sea como fuere, VeeKay lideraba cómodamente en el giro 60 y acabó viendo el banderzo final sin apenas encontrar contestación en el último tercio de la prueba, máxime cuando, contra todo pronóstico, se pudo permitir un último cambio de ruedas (blandas) que lo llevaron directamente a la victoria. 

Grosjean firmaba con su segunda posición un magnífico fin de semana que desgraciadamente sabe agridulce porque el galo no disputa los óvalos en la NTT IndyCar Series. Y Palou se aupó con la tercera plaza tras mostrar una inusual inteligencia para su edad: arriesgó lo justo y se limitó a gestionar su chance mientras esperaba algún problema en el coche de Romain, cosa que no sucedió, con el propósito de enjugar la ventaja que mantenía su compañeron Scott Dixon al frente de la general, logrando dejarla finalmente en tan sólo 13 puntos en la antesala de la celebración de las 500 Millas —mañana empiezan los entrenamientos.

Pato O'Ward se vio muy penalizado por la mala adaptación del Arrow McLaren al rutero de Indianápolis, pero a pesar de su discretísima actuación se mantiene 5º en la clasificación de la Serie, en un puño con Josef Newgarden (4º) y Graham Rahal (6º).

Os leo.

1 comentario:

Erathor dijo...

Bueno, lo de siempre. En F1, hay unos elegidos que son "muy buenos" y los demás unos paquetes.

Pues mira por donde que se van de la F1 y casi todos destacan como destacaban antes de entrar en ella.

Los malos son los coches y un sistema tuerto que prolonga ese estatus por los siglos de los siglos. Entendamos a esos pilotos que, en F1 parece que cometen tantos errores cuando en categorías previas eran dioses. Si el monoplaza no acompaña arriesgas porque es la única forma de pescar algo. El problema es cuando acompañas el riesgo de frustración y, ahí, se acumulan los errores.

En fin, Roman con el coche adecuado, cumplió con creces. Donde estaba el Haas realmente, lo estamos viendo este año. Ponedme las pegas que queráis, que si era impulsivo, que si era agresivo, bla, bla, bla...

¿Y Verstappen?