viernes, 16 de enero de 2015

Unas líneas sobre Ricciardo


«Muchas veces pienso en qué sería de nuestro deporte en cuanto a opinión si blogueros como yo, no estuviéramos hablando todo el día de Alonso...»

Es broma aunque en el fondo no lo sea tanto. La cita corresponde a la entrada de uno de los capítulos de mi libro, en el que desgrano puntualmente todas esas cosas que me siguen sorprendiendo con el paso del tiempo —continúo siendo como un chiquillo, lo siento—. Como por ejemplo, esa sensación que albergo al respecto de que si los alonsistas señalados dejásemos vía libre para que se hablara realmente de Fórmula 1, como se nos requiere con insistencia numantina, se seguirían acumulando las entradas y comentarios sobre el asturiano porque seamos sinceros, mencionarlo, para apuñalarlo mayormente, vende infinitamente más.

Hoy me he enfrentado a una de estas situaciones que yace en el interior del volumen a la espera de las necesarias correcciones. Buscaba echar el rato con Daniel Ricciardo en la diana de mis afanes, y me he dado de bruces con que apenas hay nada sobre el mejor hombre de la parrilla durante 2014, con el permiso de los chicos de Brackley, of course!

La verdad es que tampoco hay gran cosa sobre Lewis Hamilton, el vigente campeón del mundo, o sobre Nico Rosberg, un subcampeón a todas luces merecidísimo, pero puesto que la temporada pasada se ha mostrado muy generosa con estos dos machotes, casi que no me ha sorprendido el obligado silencio.

Por el contrario, sí me descoloca que se siga sin hablar del australiano, ya que como he dejado escrito numerosas veces en este mismo blog, el sustituto de Mark Webber en Red Bull casi ha pasado desapercibido y si no lo ha hecho incluso para su escudería —esto daría para un sesudo estudio—, no ha sido por otra cosa que porque ha obtenido tres victorias: Gran Premio de Canadá, Gran Premio de Hungría y Gran Premio de Bélgica, y un segundo puesto que perdió por la tontería supina de su equipo en Melbourne.

Seamos sinceros, ¿algo pasa con Daniel, no? Que el tipo que ha sido capaz de plantar cara a la hegemonía de Mercedes AMG quedando definitivamente tercero en la pasada sesión, no parezca merecer un miserable foco siquiera para postularlo como candidato a la pelea por el triunfo en 2015, resulta cuando menos preocupante.

Red Bull estaba feliz hace unos meses porque se convertía en el cliente prioritario de Renault, toda vez que Lotus se pasaba a Mercedes-Benz. La fábrica francesa amaga con mejorar ostensiblemente su unidad de potencia para este año y el chasis del RB11, a poco que se parezca al del RB10, puede resultar virguero. ¿Qué hay de malo entonces en insinuar en enero, que Ricciardo tiene posibilidades para luchar por el título?

¿Acaso habrá que pedir permiso a todos esos a los que se les llena la boca solicitando que dejemos de hablar de Alonso para que ellos puedan ejecutarlo virtualmente con total libertad?

Podría ser que fuera solo eso. En todo caso, desde que el de Oviedo se marchó de Ferrari y hasta este preciso instante, ha habido tiempo más que suficiente para que el resto del mundo pudiésemos conocer las razones profundas por las cuales, los patanegra y los guardianes de la llama se han olvidado de escribir unas líneas sobre Daniel Ricciardo, que mira por dónde, escribo yo.

Os leo.

3 comentarios:

Aficionando dijo...

Tü mismo apuntas la respuesta: los patanegra y los guardianes de la galaxia sólo escriben de Alonso, o contra él, mejor dicho.

Anónimo dijo...

Lo que pasa con Ricciardo es que no es una sorpresa para nadie. Y no lo digo por el motivo por el que se suele decir eso de alguien (que sea un fenómeno al que ya se le intuía) sino por lo contrario: es un piloto aseado, pero nada del otro mundo. Ya lo conocíamos de medirse con Liuzzi, con Vergne...También escuchamos a De la Rosa contar cómo cuando llegó a Hispania preguntó al personal qué tal era el australiano y le dijeron que buenillo (vamos, nada del otro mundo).
También todos sabemos (o intuímos) que el RB10 era una lapa y que superar a Vettel no está sólo al alcance de unos pocos privilegiados.
La verdad es que me ha gustado, y le he visto detalles muy buenos, carreras inteligentes, luchas en paralelo con cabeza y valentía. Pero ya hemos aprendido con Vettel (y Mika, y Kimi...)que un buen coche de Newey te lleva fácilmente al engaño.
A pesar de que me ha gustado mucho su año, creo que lo va a tener difícil en 2015 con Kvyat...veremos.
Eso sí...por muy malo que pueda ser su futuro en la F1, por favor, que no le borren la sonrisa; que parece un soplo de aire fresco en medio de tantas estrellas endiosadas.

J-CAR dijo...

Sí, Aficionando, les explicas como funciona la pull-rod delantera y lo único que les queda en claro es: Alonso. Les explicas que más allá de que alguien haga o deje de hacer "trampas" lo importante es que es el propio reglamento el que es tramposo y solo entienden: Alonsista. No se puede dialogar con quien solo escucha lo que tiene en la mollera, sus oídos solo repiten el eco de sus pensamientos.

¡Saludos! Y ¡viva Richichi! ;)