domingo, 7 de agosto de 2011

Piloti, che gente


Por mucho que se empeñen los que pretenden que lo veamos distinto, este deporte ha consistido siempre en que unos hombres trataban de gobernar sus máquinas sobre el asfalto de los circuitos, llevándolas al límite para alcanzar la victoria, la gloria y el reconocimiento universal de que para manos al volante, las suyas, o para caer miserablemente derrotados.

Obviamente, los cacharros son importantes, para qué vamos a engañarnos si a esto lo llamamos deporte del motor. Lo han sido siempre, hasta el punto de que son contadas las ocasiones en que un piloto ha superado a sus rivales con un monoplaza inferior en calidad y prestaciones, y que la mayoría de veces ha ganado quien llevaba un vehículo superior, lo que no quita un ápice de sustancia al razonamiento que abría esta entrada, porque las mejores máquinas y los mejores conductores han solido coincidir en el espacio y el tiempo de manera totalmente natural, dando lugar al meollo que sustenta la farsa mediocre que estamos soportando de unos años a esta parte.

Lo he dicho hasta cansarme. Enzo Ferrari, quien acuñó frases tan emblemáticas como «La máquina es la que hace grande al piloto», «Las carreras las ganan mis máquinas y las pierden mis pilotos», o aún la que titula esta entrada: «Pilotos, qué gente», a pesar de su aparente desprecio por el material humano de su escudería, se cuidó muy mucho de agenciarse la colaboración de los más selectas manos y cerebros para que condujeran los monoplazas de Il Cavallino Rampante —no lo consiguió siempre, pero no se puede negar que lo intentara—.

Con este escenario de hemeroteca como fondo, cabe decir que de un tiempo a esta parte estamos asistiendo a una devaluación constante de la labor de los pilotos en favor de la sacralización del diseño de los vehículos que conducen. Si el coche es bueno, todo está hecho; si es malo, mejor se aparca y nos ponemos a trabajar sobre el modelo
siguiente. ¿Dónde dejamos entonces al hombre?

Hay que admitir, aunque escueza, que la aerodinámica, la electrónica y los compuestos, fundamentalmente, suponen los tres ejes sobre los que se está desmantelando el espíritu original de la F1, aunque por fortuna quedan
aún tipos ahí dentro, que siguen marcando las diferencias cuando les dejan, poniendo en serias dificultades a los que aspiran a que los futuros monoplazas sean conducidos por eficientes inteligencias artificiales que estarán a cargo de una herramienta más o menos perfecta y llena de botones.

Y son ellos, mal que pese
a aquellos que pretenden que lo veamos distinto, quienes pueden dar la vuelta a la tortilla en situaciones límite como la que estamos viviendo, por eso mismo yo no los descartaría tan a la ligera y a mitad de campeonato. Pero si por desgracia tuviera que hacerlo, desde luego jamás reiría las gracias de los que, tornillo a tornillo, están desmantelando la F1.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Obiamente hablas del maestro Jenson Button

J. Arce dijo...

Yo diría de Hamilton, lo más excitante que le ha pasado a la F1 en años.
Desgraciadamente la aerodinámica manda y la única forma de pararla son las restricciones, lo mismo que pasó con la electrónica.

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenas tardes.

Anónimo ;) De Button y de todos aquellos que saben sacar astillas a su coche, que luego nos dicen que en tal o cual prueba, un equipo cualquiera no se va a comer un colín porque su coche no da para más, y el caso es que da, y bien que da porque lo conduce un tipo que pone algo especial que los expertos desestiman una y otra vez :P

Arce ;) Firmé las paces con Lewis el año pasado y no me arrepiento. Habría que estar ciego para no ver que tiene algo muy especial, algo que tienen muy pocos XDDDD Y en cuanto a la aerodinámica, por favor que no hagan como con la electrónica, que parece que está controlada pero a mi modo de ver sigue interviniendo, y en exceso, aunque ahora desde la centralita única XDDDD

Un abrazote

Jose

Aficionando dijo...

El otro día leí en alguna parte -qué memoria la mía- una entrevista, me parece que a Serviá, en la que decía que su monoplaza pasa horas ¡en el túnel de viento!. ¿Pero para qué? ¿Para ajustar los retrovisores? Pero si los monoplazas de la Indi son estándar hasta en los alerones...
Luego nos quejamos aquí de la importancia de la aerodinámica.

brutus dijo...

¿maestro Jenson Button?pero si solo gana las carreras loteria.Su principal virtud es no tener la presion de ganar como sea.Alguien se imagina que pasaria si Alonso o Hamilton rodaran sextos en una carrera sin jugarsela a todo o nada?pues a Button se le acepta eso y no pasa nada,si suena la flauta gana y entonces es un fenomeno de la estrategia

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenas noches.

Aficionando ;) Hay un artículo estupendo de David Plaza en GPA, en el que se mencionaba lo que dijo Mike Gascoigne: la aerodinámica ahorra mucha pasta y mucho tiempo :P

Brutus ;) Yo diría que su principal virtud es no sucumbir a la presión, lo que le permite pescar donde otros se ahogan XDDDD

Un abrazote

Jose