miércoles, 12 de mayo de 2021

¡Ay, Montmeló!

Se puede defender Montmeló de una y mil maneras, lo que no se puede hacer jamás es entrar en el juego de defender El Circuit cuando, básicamente, sus problemas endémicos (sic) tienen que ver más con la actitud amarrategui de Pirelli que con las peculiaridades del trazado.

El juego en cuestión supone aceptar que no hay Dios que arregle un circuito peculiar, muy adecuado para servir de campo de pruebas —ayer y hoy mismo están probando allí las ruedas de 18 pulgadas Alpine, Red Bull y Alfa Romeo—, que en carrera produce tostones pues es bastante caro para adelantar debido a que la relación entre curvas de diferente radio, rectas e intersecciones, es muy equilibrada y no facilita alcanzar grandes velocidades ni permite un uso razonable del DRS, etcétera, etcétera, etcétera y bla, bla, bla...

En principio, esta versión se compra sin problemas. Apreciamos durante el Gran Premio esto mismo que acabo de relatar en el párrafo anterior y apenas cabe mucho más que contar, y así siempre, de manera que el aficionado enfoca (erróneamente) y culpa a Montmeló de los males que debería haber resuelto la milanesa, y es que para eso está el proveedor único de compuestos: para promover el mejor espectáculo en cualquier terreno.

Y bien, Pirelli ha vuelto a elegir piedras para la edición del Gran Premio de España de 2021, a la sazón los C1, C2 y C3, que en nuestra gramática parda pasan a ser duros, medios y blandos cuando, en sentido estricto, el C3 sería el único que podría ser considerado medio porque está en mitad de la gama (C1 a C5). No había blandos, por sintetizar, y los C1 y C2 eran en realidad duros y semiduros respectivamente. Y bien, la italiana nos informaba de que había una diferencia de 0'8 segundos entre el C3 y el C2, y de 1'8 entre el C3 y el C1, pero a la hora de la verdad nadie usó el bendito C1 ni en clasificación ni en carrera, vamos, que ni Haas se animó a comprobar si el pedrusco podía producir milagros.

Para más bemoles, la propia Pirelli avisaba con antelación de que el C1 era idóneo para las estrategias más lentas:

Pero como el C1 y C2 son prime —de uso obligado una vez el equipo opta por uno de ellos—, nadie en su sano juicio se expuso a perder entre 1'2 y casi 2 segundos por vuelta haciendo experimentos, y pasó lo que tenía que pasar:

No se ve una línea blanca (C1) por ninguna parte porque, como decía antes, nadie utilizó ese compuesto. Es decir, la selección de tres tipos de neumáticos pasó a quedar coja y se quedó en conjugar de la mejor manera posible el C2 y C3, que en las indicaciones de la milanesa producían las estrategias más rápidas en El Circuit, ¡tachán!

No me enredo. El domingo escribí que hace años que no comprendo en que coño anda pensando Pirelli cuando valora cómo conseguir el máximo show en pista, aunque en realidad sí lo entiendo, como sabéis los que me leéis a diario. La italiana juega a no pillarse los dedos mientras preserva su imagen de marca de las inclemencias de la competición y endosa su problema de cogérsela siempre con papel de fumar a circuitos como Montmeló, que a miércoles de esta semana sigue siendo el culpable del escasito espectáculo que pudimos ver el domingo, así, en general.

Haber incorporado los C4 creo que habría proporcionado más alicientes —no pido los C5 porque supondría un lujo paradisíaco—, y más alternativas estratégicas y posiblemente más adelantamientos porque el DRS habría funcionado mejor, pero yo no escribo la historia...

Os leo.

3 comentarios:

Erathor dijo...

Ay Pirelli, ciertamente.

La máxima no es el show. Es que salga baratín.

Ruedas duras implican menos paradas ergo, tenemos que producir menos juegos de neumáticos.

Os apostaría lo que quisierais a que apenas disponen de stock de C4 y C5.

Lastra dijo...

Todo lo que dices acerca de los piedrelli es cierto y está bien traído, Maestro; pero tampoco es menos cierto que el circuit ya tiraba a tostón desde los primeros tiempos por todo lo otro que expones.

Es una pista de velocidades medias sin grandes frenadas, muy apta para pilotar contra el crono pero que no da espectáculo y encima, como suele suceder, el remedio de la chicane para hacer más lenta la entrada a la recta de meta es un postizo bastante poco agraciado.

Bajo mi punto de vista le haría falta otro kilómetro más de trazado que incluyera una variante rápida que finalizara en una horquilla de esas de radio decreciente.

Saludos.

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenos días, Luis ;)

Sé que hay quien ha salido a defender la oportunidad de las elecciones de Pirelli insistiendo en las carencias del circuito catalán, pero el caso, en concreto, es que no se trata de convertir Montmeló en Monza sino de extraer de Montmeló todo lo que puede dar de sí, función principal del fabricante de ruedas puesto que desde 2007 sólo tenemos 1, no hay competencia y su aspiración principal es dar espectáculo.

Y desgraciadamente, no sabemos qué tal irían unos compuestos más blandos porque no se usan en Barcelona. Provocarían frenadas más duras, evitarían deslizamientos, facilitarían recortar la distancia de ataque en adelantamiento, no sé, darían más vidilla a un trazado que es el que es y bajo mi personal punto de vista, sólo necesita un empujoncito ;)

Abrazote grande

Jose