martes, 20 de febrero de 2018

Contraanálisis 02 [Williams FW41]


El segundo monoplaza presentado fue el Williams FW41. Lo vimos el viernes pasado en modalidad vídeo en pantalla de plasma, pero después de haber disfrutado ayer por la mañana el RB14 de Milton Keynes, creo que ya se puede decir que el de Grove incide en lo que seguramente será la tendencia de la temporada: zaga muy finolis, vamos, que nos podemos ir riendo de las críticas de otros años a la denominada size zero.

El FW41 es una consecuencia muy elaborada del FW40 de 2017, de forma que el trabajo del tallado de los pontones y el cubrecapot recuerda a su antecesor pero, lógicamente, su desarrollo es más delicado ahora porque el énfasis del diseño se ha puesto en alimentar generosamente de aire la zona del tren trasero.

Esto ha obligado a la parte central a un trabajo descomunal que se percibe en los bargeboards, deflectores verticales y adelantamiento de las formas en las tomas de ventilación de los pontones, que ahora recuerdan a las utilizadas en el SF70-H de Maranello.

Como en el caso del Haas [Contraanálisis 01 (Haas VF-18)], el interés principal del FW41 estriba en evitar turbulencias en el vano del alerón posterior y difusor, razón por lo cual, se percibe la presencia de un ala T en la terminación de la deriva, por cierto, bastante golosa de dimensiones; aunque en el cacharro de Grove se toma el toro por los cuernos con batante antelación a como lo hace el monoplaza norteamericano, lo que facilita que los caudales laterales y superiores se fundan proporcionando una mayor estabilidad en la corriente que alimentará la trasera del vehículo debido a la distancia que tendrá que recorrer.


La desaparición de la aleta de tiburón devuelve la pelota al eje delantero, y aquí, el Williams adopta una solución de ala invertida y turnning vanes muy similar a la utilizada a partir del Gran Premio de España 2017 por la formación de Brackley [El W08 y la madre que lo parió], lo que obliga a que la nose se estreche antes del S-Duct para volver a ancharse en su anclaje con el alerón delantero, con la intención de que todo el conjunto encaje en las medidas propuestas en el reglamento técnico.

En definitiva: el FW41 parece un coche con espíritu rápido que aprovechará las bendiciones de la unidad de potencia de Stuttgart —sí lo señalan el trabajo en la zona baja de los pontones, el rake apreciable en las instantáneas, la terminación en cintura de avispa y la adopción de soluciones ya vistas en los gigantes del año pasado—. A falta de ver qué nos ofrecen Sahara Force India y Toro Rosso, sobre el papel todo indica que Stroll y Sirotkin tienen vehículo para pelear en la zona alta de la montonera.

Os leo.

1 comentario:

fleichié dijo...

No se si llegarán a la posición privilegiada que tenían en 2014 , no lo creo .
Pero aquel año era desesperante ver el misil que tenían en manos de Massa y Bottas,.
Si Fernando....
Te leo maestro .