domingo, 21 de enero de 2018

Las aletas a debate


Al ritmo que va la cosa, las aletas en los cubrecapots de los monoplazas F1 corren el riesgo de parecer el Guadiana. No estaba prevista su incorporación en 2017 pero se impusieron aunque con la negativa frontal de Red Bull, que al final también aceptó usarlas. En 2018 han desaparecido por reglamento, pero podrían volver en 2019...

La verdad es que desde un planteamiento puramente operativo no hay quien entienda a qué están jugando la FIA y los equipos. Una cosa es útil o inútil, pero no puede ser las dos cosas a la vez, no sé si nos entendemos. Así que como es domingo por la tarde y ésta ha venido bastante tranquilita, voy a ver si puedo echar una mano para que entendamos por qué las aletas de tiburón se han usado en 2017, han sido erradicadas en 2018, pero podrían ser aceptadas al año siguiente.

Aerodinámicamente hablando, la deriva vertical facilita la gestión de flujos en la trasera del vehículo [La aleta o estabilizador], y si sumamos a ella la presencia de las llamadas T-wing, obtendremos, además, ganancia en el trabajo del alerón posterior. A cambio, la parte delantera del monoplaza se mostrará más suelta (tendente al subviraje), pero en todo caso, los beneficios son mayores que los perjuicios y aquí tenemos una bonita explicación de por qué se han utilizado en la primera temporada de un cambio de normativa como el de esta campaña pasada, que, recordemos, planteaba una filosofía más aerodinamicista que mecánica.

Bien, sintetizando, que es gerundio: puesto que la normativa no lo impedía, la mayoría de departamentos de diseño trató en 2017 de hacer más sencillo su trabajo con la bendita aplicación de la aleta, y aquí se comprende inmediatamente la oposición inicial de Red Bull, ya que Adrian Newey, una de las alma mater del reglamento recién estrenado, no vio con buenos ojos que los rivales tuvieran la vida más fácil.

Pero las aletas no son sólo eso. Suponen, además, un bonito excedente de espacio que se puede vender a buen precio a los patrocinadores y claro, hablando de dinero contante y sonante y de facilidades de diseño, lo normal es que la peña se mostrara reacia a eliminarlas. No obstante, la FIA lo ha conseguido para 2018, básicamente porque si no se atiende debidamente al espíritu de un paquete de reglas parido con la intención de segar la hierba bajo los pies de Mercedes AMG, difícilmente se evitará otro episodio de dominio aplastante y aburrido firmado por la de Brackley.

Y en esto estamos. Esta temporada que abriremos en un mes, más o menos, ha vuelto sobre sus pasos con la prohibición de las aletas (y las T-wing) para ver qué da de sí el susodicho espíritu original, dejando la puerta abierta a que si no funciona como estaba previsto originalmente, a partir de 2019 podamos ver de nuevo las derivas verticales como un mal menor.

Al patrón Liberty Media no le gustan. En realidad hay mucha gente a la que no le gustan. Yo ahí ni entro ni salgo, pero como he comentado otras veces, las aletas no son nuevas en nuestro deporte y para colmo, en 2009, por ejemplo, el propio Adrian Newey fue uno de los primeros en apoyarse en ellas para el diseño de su RB5.

¿En qué quedará la cosa? Bueno, creo que está meridianamente claro: en 2018 comprobaremos la utilidad de esta medida aunque a más de uno le esté doliendo el bolsillo, y para 2019, la FIA y los equipos valorarán si merece la pena seguir sin ellas o compensa traerlas de nuevo. En todo caso, parece que hay plan B por si esto no sucede [Los equipos de F1 acuerdan modificar la carrocería en 2019].

Os leo.

3 comentarios:

enrique dijo...

Lo primero que han de hacer, es atraer patrocinadores, que salvo tres equipos o cuatro los demás miembros de la parrilla estan caninos en este aspecto. Y para atraer patrocinadores que han de hacer? Que haya competición, que emocionen las carreras. Cuando vuelvan los patrocinadores que se planteen estas cosas, hasta que no pase eso me parece una estupidez más en la que se enreda la FIA.
En otro orden de cosas. El otro dia Mario Isola dijo que para aumentar los adelantamientos, los coches deberían depender menos del agarre aerodinamico y mas del agarre mecánico. Algún ejemplo concreto?

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenas tardes, Enrique ;)

Honestamente creo que no volverán. El último enlace del texto, el artículo de Cooper, en mi opinión deja bien claro que la opción de las aletas para 2019 está abierta pero no tanto.

En cuanto al ejemplo, Isola se refiere claramente a la filosofía de los monoplazas, que buscan en la actualidad más la efectividad en curva que en recta, y en ésta, se ayudan del DRS.

Si hubiese más agarre mecánico habría más tracción y más velocidad en recta y de paso, menor espacio para la frenada, lugar donde se ha adelantado porporcionalmente más... Pero claro, yo le devolvería la pelota a su tejado a Isola, porque con ruedas duras como las de Pirelli 2017, este escenario es poco menos que idílico, así que esperemos que en 2018 den con la tecla y el DRS deje de tener tanta importancia.

Un abrazote ;)

Jose

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Enrique, me has dado una bonita idea para la siguiente entrada ;)

Un abrazote

Jose