lunes, 29 de enero de 2018

Alas en México [28-10-2017]


Daniel se veía apeado de la prueba a las primeras de cambio pero Max vencía en el Hermanos Rodríguez; tras él, Valtteri y Kimi. Bien es verdad que no resultaba imaginable que Sebastian arruinara su carrera y la de Lewis, pero ésta es la típica entrada que enseñaré orgulloso a mis nietos. La escribí para Graining.es a finales de octubre pasado.


Las peculiaridades que rodean el Gran Premio de México suponen un aliciente extra. El Hermanos Rodríguez, por ejemplo, está situado a más de 2.000 metros sobre el mar, lo que técnicamente supone un bonito problema para las unidades de potencia y el propio rendimiento aerodinámico del vehículo.

El aire a esa altura es menos denso y ello acarrea, por un lado, que el ICE (Internal Combustion Engine) disponga de menos oxígeno para consumir y que el turbo tenga que esforzarse más para tratar de compensar el déficit, y por otro, que los flujos que rodean la carrocería y fondo plano precisen de una mayor carga aerodinámica para que su rendimiento sea óptimo. Obviamente estamos ante un escenario que parece ni pintado para que Red Bull sobresalga ante sus rivales.

Adrian Newey, el mago de la aerodinámica, padre intelectual de la normativa que hemos estrenado este año, está en el foco de atención del fin de semana en la capital azteca, no tanto por sí mismo, el británico no es muy dado a las luces y los micrófonos, como por las enormes posibilidades que se le arrogan a su creación para 2017, el RB13 que conducen Max Verstappen y Daniel Ricciardo, seguramente el mejor chasis de la parrilla, capaz de paliar a base de pulmón las deficiencias musculares de la unidad de potencia Renault, que en el caso de la austriaca se enmascara bajo la bandera de compromiso TAG Heuer.

Las primeras sesiones de entrenamientos para el Gran Premio de México corroboraban ayer las previsiones más halagüeñas: el piloto holandés y su compañero australiano se intercalaban, y por este orden, entre los hombres de Mercedes AMG y los de Ferrari durante los libres 1; en los 2, aussie junior marcaba el mejor tiempo y Max se colocaba a cola de Lewis Hamilton (segundo), por delante de Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen…

Ya sabemos cómo va esto de los entrenamientos y el poco valor relativo que hay que dar a las evoluciones en pista durante los viernes, pero la verdad es que independientemente de la necesaria cautela, Red Bull parece que se ha apuntado en México a hacerle la pascua más a Maranello que a Brackley en la disputa por el Mundial de Pilotos, ya que el de Constructores, como es de sobra conocido, cayó del lado de la anglo-germana en tierras tejanas, al finalizar el Gran Premio de los USA hace escasamente unos días.

Lógicamente nos falta saber cómo afinará Milton Keynes el RB13 para clasificación, pero todo indica que tanto Verstappen como Ricciardo son firmes candidatos a llevarse la pole y quién sabe si mañana a calzarse la victoria. Si sucede una de las dos circunstancias, o ambas, incluso si se queda cerca de conseguir cualquiera de ellas, intuyo que sonará Renault como agraciada por el premio gordo aunque como decía al comienzo, el Hermanos Rodríguez es más cosa de aerodinámica y de manos, algo que en Red Bull sobra, por cierto.

Desgraciadamente Pirelli no está por la labor de ofrecernos alternativas a la ramplona visión de disputar carreras a una sola parada, y al hilo, cabe destacar que esta circunstancia puede favorecer a la de Horner si Daniel y Max firman dentro de unas horas una buena posición en parrilla para mañana. Sea como fuere, la presión durante la prueba va a ser máxima. Hamilton se juega cerrar el Mundial de Pilotos ante un público que lo adora. Vettel, por contra, necesita imperiosamente mantener vivo el campeonato y sus opciones personales. Tanto Mercedes AMG como Ferrari van a poner toda la carne en el asador en el trazado mexicano. Cuento, también, con el protagonismo de Valtteri Bottas y Kimi Raikkonen…

Pero algo me dice que si Renault cumple, Red Bull va a mostrar sus alas en el Hermanos Rodríguez.

Os leo.

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