lunes, 8 de enero de 2018

¿Aguantará Ferrari en cabeza? [31-03-2017]


Tanto hablar durante pretemporada de Red Bull como alternativa a Mercedes AMG para 2017, tanto incidir en la italianización de Ferrari como factor negativo en el mismo intervalo de tiempo, que el triunfo de la rossa en tierras australianas, en la primera carrera del año, puso contra las cuerdas el discurso oficial y los medios reaccionaron haciéndose las preguntas que no se habían hecho en varios meses. Maranello iba a aguantar hasta Bélgica, pero a finales de marzo yo reflexionaba sobre el asunto desde mi rincón en MomentoGP.


Años y años en entredicho, la victoria de La Scuderia en Melbourne pillaba a contrapié a buena parte de la prensa especialista, lo que ha sumido a sus lectores y consumidores en una especie de limbo del que todavía no se ha sabido salir casi cinco días después de la celebración del Gran Premio de Australia.

Sinceramente no creo que haya sido para tanto. La victoria de Vettel sí, ¡gloriosa!, lo malo (para los que todavía no han salido del susto) es que se esperaba a Red Bull y la que se llevó el gato al agua en Albert Park fue la rossa. Ahí, sí, ahí sí que comprendo el sobresalto a pesar de las numerosas advertencias que surgieron en pretemporada, y también entiendo que se hayan quedado como en tierra de nadie y que la pregunta más extendida en estos momentos sea: ¿será capaz Ferrari de aguantar el tirón?

Pero, ¿por qué no iba a serlo?

Las pruebas que se llevaron a cabo el año pasado con los prototipos Pirelli 2017 fueron realizadas por Mercedes AMG, Red Bull y Ferrari, por ejemplo. Sin duda, punto para Maranello por ser previsora, ya que a pesar de que aquellos neumáticos no eran exactamente los mismos que los usados a partir de hace quien dice un mes, existía mucha información útil que sacar y el cuidado de las gomas ha sido uno de los puntos fuertes del SF70-H desde que se puso a rodar sobre la pista de Barcelona a finales de febrero.

Otro asunto a destacar es el propio diseño del monoplaza italiano, que aun considerando que fue comenzado por James Allison antes de su salida de la mítica y desarrollado y afinado después por Mattia Binotto, no ha revelado fisuras de planteamiento y tanto en Montmeló como el Albert Park se ha mostrado noble, rápido, consistente y, en definitiva, muy solvente, fundamentalmente porque atiende a la manera de conducir de Sebastian Vettel. En este sentido, cabe darle otro puntito más la de Il Cavallino por haber tenido claras desde un principio las prioridades.

Los siguientes puntos los ha obtenido La Scuderia de la siguiente manera: peleando en los despachos, al solicitar en su día información a la FIA sobre la pertinencia de las llamadas suspensiones inteligentes —maniobra que originó que Red Bull y Mercedes AMG, sus principales oponente en la lucha por el título, hayan tenido que declinar utilizarlas en 2017 porque ahora están nítidamente prohibidas—, y habiendo adoptado el camino de evolucionar su diseño de unidad de potencia ya usado en vez de reiniciar el proceso en busca de mejoras, como han hecho Renault y Honda, ya que durante la primera parte de la temporada, la fiabilidad y las prestaciones están garantizadas.

Por último y no menos importante, Ferrari cuenta con un equipo humano bien engranado que se conoce de sobra porque lleva años trabajando codo con codo, lo que, bien llevado, aportaría una buena dosis de serenidad ahora que don Sergio Marchionne ha decidido mantener la boca cerrada…

No sé, entiendo que son demasiados puntos a favor como para andar haciéndose preguntas tontas.

Es obvio que la temporada acaba de comenzar y que, en Australia, buena cuota de responsabilidad en la victoria del de Heppenheim la tuvo la desastrosa actuación de Brackley, pero no debemos olvidar que la Fórmula 1 también consiste en achuchar al rival hasta hacerle cometer errores, y que en este sentido, Sebastian nos brindó en Albert Park una de sus mejores actuaciones de los últimos años…

¿Aguantará Ferrari en cabeza? Pues sí, yo me inclino a pensar que será así al menos hasta que llegue Red Bull y empiece a reclamar su trocito de pastel.

Os leo.

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