Mal pagador

La situación financiera que atraviesa Lotus, una escudería que recordemos, lucha actualmente por la segunda plaza en el Mundial de marcas y pilotos, correspondería más a la que podría estar sufriendo un equipo con menos posibilidades, lo que supone un bonito contrasentido que pone de relieve la delicada estructura económica sobre la que se soporta El Circo.

Sea como fuere, hasta que Kimi Raikkonen no decidió poner en evidencia que la de Enstone no le había abonado lo pactado en el contrato que les mantiene unidos, nada parecía sugerir que la de Lopez estuviera tan mal.

Ya sabemos lo que pasa con estas cosas, y más en el paddock, donde quien más o quien menos oculta sus cartas aunque haya recibido la carta de inminente deshaucio, pero no se puede soslayar el nivel de coincidencia escénica que ofrece lo que está pasando en Lotus con lo que ocurre en escuderías mucho menores como Marussia, o incluso parejas a priori, como Williams, Sauber y Force India. También podríamos incluir en este cuadro el abandono de Buddh International Circuit para el calendario del año que viene, o los descartes recientemente conocidos del mismo, de la prometida carrera en México y la siempre postergada de New Jersey…

Seguramente habrá más cosas por ahí que nos servirían para seguir enmarcando un escenario que empieza a mostrar sus penurias en cuanto rascamos con la uña del dedo el barniz de excelencia que lo recubre, pero hoy no me siento con fuerzas para rescatarlas, así que si me lo permitís, me centraré en la estúpida huída hacia adelante que a mi modo de ver, está protagonizando la escudería que hasta hace bien poco hacía gala de reverdecer la vitola y nombre del mítico equipo de Colin Chapman.

Y es que por mucha decoración que nos nuble la vista, el antiguo estandarte de Renault en la Fórmula 1 no ha podido evitar declinar económicamente hablando conforme transcurrían las temporadas, desde que en 2005 y 2006, con el Nano al volante de sus vehículos, la francesa conseguiría sus mayores éxitos en su historia reciente en nuestro deporte.

Sí, ya sé que Renault ya no es Lotus, pero el trasvase ha sido tan sutil cuando no equívoco, que no se puede evitar reconocer a la gala en el devenir inmediato de la británica, espero que me comprendáis. Y aquí quería llegar yo, porque en esta toda historia desde que Flavio Briatore abandonara los mandos de La Régie, al equipo de Enstone le han sobrado las grandilocuencias y las malas maneras cuando las cosas no salían como se esperaba.

En fin, llegados a este punto y con las cartas ya sobre la mesa, cabría preguntarse para qué demonios contrató Lotus a Kimi el año pasado, por qué infravaloraron tanto al piloto finlandés supeditando parte de sus emolumentos a la consecución de puntos, y lo que es todavía mejor, por qué han mostrado tan poca cintura a la hora de renegociar lo pactado ante una situación económica, que hoy sabemos que estaba resultando insostenible…

Obviamente me posiciono al lado de Iceman, ya que no son de recibo ni los silencios ni las negativas que han rodeado el affaire Raikkonen hasta que ya era tarde para resoverlo tras la firma del finlandés por Ferrari, y que se ha prolongado en el tiempo de manera totalmente idiota, hasta originar un escenario de absoluto desencuentro que no hay Dios que entienda y que perjudica al deporte por un lado, y sobre todo, a la propia Lotus por mucho dinero que le estén inyectando ahora mismo.

Nos leemos.

[Publicado en Diariomotor]