domingo, 9 de julio de 2023

Courtyard Apocalypse


La carrera de Ferrari en Silverstone ha sido para enmarcar: P4 y P5 en parrilla de salida y P9 y P10 bajo la ajedrezada, con Carlos sufriendo de nuevo el apasionamiento desbordado de su muro con Leclerc —hay amores que matan y no sé si esto merecería algún otro calificativo o una investigación en profundidad de Cuarto Milenio...

Hasta el Gran Premio de Hungría voy a disponer de algo de tiempo para ir metiéndome en la piscina sin que me dé un jamacuco por el cambio de temperatura, eso sí, me merece la pena escribir esta noche sobre los numerosos ingenuos que siguen creyendo que la prensa inglesa, o los medios isleños y sus mamporreros, tanto da, aciertan al insinuar que Sáinz se ha quemado en Ferrari y su papá trabaja el paddock para buscarle un lugarcito.

No me choca demasiado la capacidad del aficionado medio para tragar todo lo que le susurran al oído, la verdad, ni que la mayoría de voceros del establishment hayan estado colocando hasta hace nada a Lewis Hamilton en Maranello, se supone, obviamente, que para vencer sin contestación a Leclerc y desde el minuto uno. Las escalas, ya se sabe, esto y el poder narcotizante de los números...

El caso es que Carlos va delante del monegasco llorón en la general de pilotos —lleva siendo así desde el inicio mismo de esta temporada—, y anda ahora soportando a su equipo porque el papá putativo de Charles considera a éste una inversión, que hay que amortizar, claro: «Estoy muy orgulloso de la carrera de Leclerc. Yo ayudé a asegurar su fichaje por Ferrari. Soy el único representante que invierte dinero en sus pilotos, por eso marco la diferencia...» [Nicolas Todt: Leclerc se quedó sin dinero y le llevé a Ferrari]. 

Nadie va a hablar claro de la influencia nefasta del hijo de Jean Todt en La Scuderia —también apadrinaba a mi Felipe cuando el paulista corría por libre vestido de rosso—, porque el francés viste eso que sirve de sustitutivo para la Viagra a tanto cretino como nos sobra informando sobre este bonito deporte, a los que les renta muchísimo ningunear los logros de un piloto español porque la realidad nunca debe estropear un titular, ya sabéis.

Os leo.

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