Uno de los elementos de debate que mayor pimienta está introduciendo en este comienzo de temporada, es esa supuesta bipolaridad que aqueja a los seguidores de Ferarri, sean estos simples aficionados de a pie, estandartes del ferrarismo como Leo Turrini, periodistas como Paola Saluzzi o integrante de esa fauna que se define como de toda la vida y se autoproclama única defensora de Maranello.
A tenor de lo expuesto, da la sensación de que al menos existen dos Ferrari en la actualidad: la buena y la mala, la que merece la pena y la que merece ser olvidada. Pero el viejo sólo alumbró una, lo que nos pone en que hay por ahí suelto algún ingrediente que está dinamitando eso tan cacareado de que «La Scuderia está por encima de los nombres que la integran», ya que nadie puede negar que la de Il Cavallino se ha supeditado a la figura de Sebastian Vettel, como se plegó hace años a la de Michael Schumacher.
No voy a ser tan cruel con algunos tifosi, y menos en estos primeros párrafos, insinuando que un tipo como Bernie Ecclestone —por el que Il Commendatore no sentia ningún cariño ya que lo consideraba zafio de cojones—, puede estar modelando en la actualidad la realidad de Ferrari como ya hiciera hace una década y media.
Os leo.
Pero sería deshonesto por mi parte negarlo, pues lo que distingue al Maranello bueno del malo, del olvidable, tiene que ver más con el artificial enfrentamiento entre alonsismo y vettelismo de lo que algunos están dispuestos a digerir.
Así las cosas, el alonsismo puede estar de enhorabuena porque la etapa del de Oviedo en la casa de Enzo ha sido de las más limpias que recuerdo y tirando del hilo, la más coherente con esa filosofía meapilas que se dice ahora, impera en la de Módena desde tiempo inmemorial. Se ha protestado poco o nada en estos últimos años, incluso en situaciones de tanta emergencia como la originada a mediados de 2013 con el asunto Pirelli, y lo lógico ha sido que se hayan tirado cinco años a la basura mientras se amenazaba con un músculo que jamás se ha utilizado porque jugábamos a los caballeros y las damas.
Y lo de los cinco años no es baladí, ya que ha sido este lustro el que ha marcado el final de la etapa de Montezemolo al frente de la italiana y hoy está siendo usado, para hacernos creer que la consecución de tres subcampeonatos no colman las expectativas de una escuadra que ha nacido para vencer a sus rivales sobre la pista, pero que no lo hace desde 1982 si no es a la manera de Bernie y a poder ser, con un as teutón al volante.
Como tifoso estoy llevando mal todo este asunto, pero no por lo que creéis, sino porque no imagino a l'Ingegnere poniéndose vaselina en salva sea la parte para contentar a un tipo que diría de él, años más tarde: «Enzo Ferrari me hacía temblar con 88 años.»
Os leo.
6 comentarios:
Nada que añadir la verdad, porque lo has clavado.En el fondo todos sabíamos desde que se confirmó el fichaje de Grettel que ésta es la mierda que se nos venía encima. Ha sido todo tan descarado que esta Fórmula 1 es completamente nauseabunda. Siento decir que a mi lo que me ha demostrado Ferrari todos estos años es que limpiamente ya no son capaces de ganar a nadie, es muy triste.
Ayer se me caía el alma a los pies al oir a Arrivabene decir que "sí, el tunel de viento produce datos que se correlacionan con la pista". Un poco tarde, ¿no? ¿O es que cuando pilotaba Alonso no interesaba darle un coche ganador?
Efectivamente, todo huele a mayor gloria de Ferrari y Vettel, pero me pregunto qué pensará Mercedes. Ah, claro que ellos también se vieron beneficiados cuando probaron las gomas y, según Ecclestone, recibieron información privilegiada para el desarrollo del motor. ¿Y Honda? ¿Se va a volver a dejar comer la tostada y que un Brawn GP cualquiera se coma las mieles de un triunfo que debía haber sido japonés?
Un abrazo!
Brillante, Jose.
Y los que pretenden no enterarse de nada y asustarnos hasta el punto de hacernos olvidar lo que hemos visto volverán a utilizar la palabra “conspiranoia” como si se tratara de una mágica goma de borrar.
Como decías el otro día este juego se juega a dos manos. La Formula 1 no tiene por qué ser distinta de cualquier otra institución humana. Una mano es formal, basada en leyes, reglamentos, consejos, parlamentos, tratados, acuerdos, declaraciones, estadísticas oficiales… La otra es informal, basada en reuniones de despacho, encuentros y desencuentros casuales, colisiones y colusiones de intereses, simpatías y antipatías… La primera se exhibe públicamente como la única realidad que cuenta. La segunda es difícil de discernir para un observador externo pero, con paciencia, siempre se puede hacer uno una composición de lugar reuniendo patrones repetitivos, multitud de informaciones parciales, la constatación de los resultados y, sobre todo el conocimiento de los jugadores y de la naturaleza humana. Incluso los jugadores implicados darán versiones encontradas sobre lo que mueve esta segunda mano, así que poco se puede dar por absolutamente cierto. Tampoco vamos a rendirnos por ello.
Conspiranoia. Y eso lo dice quien no distingue un lobby de un ovni, si con eso consigue que no miremos más allá, y solo porque él no puede asumir su miedo. Casi seiscientas reuniones secretas entre los lobbistas de las multinacionales y los políticos de uno y otro lado del Atlántico para pergeñar a sus gusto un acuerdo que nos será impuesto en breve como la nueva tabla de salvación. Aquí parece que los textos llegan a los parlamentos ya adultos, guapetones y bien formados.
No hay trincheras, no hay una Ferrari buena y una Ferrari mala, no hay vettelistas contra alonsistas. convirtiendo a ambos pilotos en meros pretextos. Alonso hizo un gran trabajo los años que estuvo en Ferrari y Vettel podrá llegar a hacerlo. Lo que hay es gente muy asustada que no puede asumir su miedo. Que deja de pensar y asume el pensamiento que supone en su agresor. O simplemente sigue la moda impuesta por los creadores de tendencias para no destacar entre el resto de zombis. Si se encuentra con alguien que piensa diferente eso le recuerda su pavor y en seguida ve en él a un enemigo, y no cesará de atacarle hasta que asuma ese pensamiento director o hasta que consiga que se sitúe en el lugar que le interesa de la otra trinchera, que él también ha ideado, y donde podrá destruirle. Os avisé no os dejéis morder.
Por ejemplo. Lauda dice no se qué payasada sobre Alonso y es la gran noticia mundial. Unos asumen el egocentrismo de Alonso como el arma refulgente con que arrasar las huestes enemigas. Otros se sienten agredidos, con razón, y se defienden con el egocentrismo del propio Lauda o la doble vara de medir que este aplica en cuanto a egocentrismos, sin darse cuenta que para ello han asumido el supuesto egocentrismo de Alonso. Se han puesto justo donde el otro quería ponerles. ¡Pero, vamos a ver! ¡Lauda dando lecciones de diplomacia ! ¿Qué clase de broma es esta? ¡No merece un segundo de atención!
No hay dos Ferraris. Esa es solo una ilusión creada por quien pretende poner en un lugar muy concreto a todo el que no comparte la visión sobre Ferrari “¡que él defiende!”
Hay tantas Ferraris y tantas Formulas 1 como aficionados pensándolas y sintiéndolas. Eso es lo que a mí me vale. Y eso es lo que a mí me apasiona.
Un abrazo al anfitrión y mi agradecimiento a los que compartís un rato en este blog.
Perdón por el ladrillo pero ya hacía mucho tiempo que no encontraba un rato para comentar.
Interesante tertulia con Antonio Mesquida en el previo de Australia. Información de primera mano. En el minuto 16 habla sobre el cambio en Ferrari.
http://www.ivoox.com/brakes-on-78-tertulia-antonio-mesquida-audios-mp3_rf_4212745_1.html
¡Saludos!
Gracias por tu magnífico aporte J-CAR...blanco y en botella...ya sabeis muchachos, Vettel es dios, y todo esto son conspiraciones de unos pocos dementes como nosotros.
¡No! ¡Por favor! ¡No blasfemes!
En este Olimpo solo cabe un dios y ese solo puede ser Bernie.
XDDDDDDD
Saludotes ;)
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