domingo, 16 de noviembre de 2025

¡Por favor, parad!


No pretendo malmeter, menos a estas horas, pero con la que está cayendo me parece que sobran este tipo de espectáculos previos que, en sentido estricto, producen un poquito bastante de vergüenza ajena...

Vaya por delante que ya he olvidado Spartacus y Gladiator y no he visto Gladiator II, y desconozco, por tanto, si para arrancar las sonrisas y risas del público en la Antigua Roma, se estilaba antes de las sangrientas peleas en el Coliseo presentar a los gladiadores vestidos con estrafalarias indumentarias o delicados y ceñidos atuendos de ballet. Recuerdo que, hasta hace no mucho, los boxeadores se abroncaban e insultaban antes del combate y no disfrazados de Conejito de Pascua, precisamente, como el bueno de Liam Neeson en el sketch...

No sé, quizás me estoy haciendo demasiado mayor para entender este tipo de saraos que impone Liberty Media con tal de abrir mercado entre los infantes y sus señoras madres. La verdad es que me parecen ridículos, muy ridículos, y contraproducentes, y, ya que estamos: un insulto a nuestra inteligencia.

A ver, la Fórmula 1 ya dispone de elementos que nos pueden llevar a la hilaridad sin que nadie nos llame idiotas o nos afee la conducta. El GOAT, Ferrari, una escudería como Alpine que va con lo puesto, el equipo de estrategia de Aston Martin, Toto cuando sobreactúa, las Papaya Rules, Lando firmando fechorías... 

El repertorio es ciertamente extenso y resulta inabarcable como para tratarlo aquí, de manera que, por terminar, diré que no le veo puñetera la gracia a devaluar más y más la imagen de los integrantes de la parrilla, sometiéndoles a exhibiciones a cada cual más infantil y gilipollas.

Os leo.

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