Gran Premio de Las Vegas

De no haberse elevado algunos grados el final del Campeonato del Mundo de Pilotos, el Gran Premio de Las Vegas habría sido igual de tedioso que otras carreras de este calendario extenuante al que ahora mismo le sobra metraje, pero Norris, Verstappen y Piastri, parecían hace unas horas tres lobos hambrientos —Oscar, además, corriendo con cojera y nublado un ojo—, y la cita en la Ciudad del Pecado ha resultado un truño bananero que se ha salvado, precisamente, porque quedaba en el aire un puñado de puntos esenciales que definirán cómo de alegres o tristes llegamos a Abu Dhabi...

Con la Naranja Mecánica en pole, la carrera empezaba con Stroll causando baja por alcance de Bortoleto y sin que a Elvis le diera tiempo a comenzar a cantar Suspicious Minds. 

El Virtual Safety Car subsiguiente no ha cambiado ni una línea del pentagrama, de manera que Verstappen ha hecho lo que había que hacer: tirar adelante como un condenado con tal de enjugar la mayor cantidad de puntos posible y, entre tanto, esperar acontecimientos detrás, que tampoco es que hayan florecido mucho, al menos en la cabeza de la prueba. Total, el holandés ha cruzado primero la meta con Norris a cola de su vehículo y Russell pillando el tercer cajón del podio...

Pero cuando las calculadoras echaban humo y el drama de Yas Marina se diluía por momentos, ahí que entra la FIA de oficio y anuncia que percibe alguna anomalía en el coche de Lando que se traslada inmediatamente al de su compañero y pone al respetable en vilo. ¿Van a descalificar a los McLaren? C'est pas possible!

A ver. Es muy complicado de asimilar que los dos coches de una misma escudería lleven exactamente la misma configuración, y más complicado añun que los dos pilotos cometan idénticos pecados en pista a pesar de tener formas de conducción bastante diferentes y personales —al de Bristol le va el sobreviraje y el de Melbourne es más de frenar tarde, clavar el morro a la entrada de las curvas y controlar el coche cuando ya lo tiene encarrilado—, pero demos por bueno, por la cuenta que nos trae, que ambos han limado hoy el patín de madera sintética por debajo de lo permitido y de manera casi idéntica.

¡Excluidos! ¡Salomónicamente excluidos!, lo que nos pone en que Norris mantiene su ventaja de 24 puntos sobre Piastri, mientras que el hijo de Jos recibe un empujoncito que lo sitúa en el mismo arco de desventaja, y Abu Dhabi en el horizonte y en medio el pérfido Qatar.

Os leo.