miércoles, 10 de marzo de 2021

Crucemos los dedos

La era híbrida continúa pero damos cerrojazo a un planteamiento de normativa técnica que ha errado el tiro buscando mejorar el espectáculo en todas sus propuestas desde 2014, lo que, en esencia, nos dice que no conviene echar las campanas al vuelo, ya que desconocemos si el Reglamento 2022 nos devolverá la ansiada competitividad inter pares

Comprendo la alegría reinante pero no la comparto, quizá porque todavía recuerdo aquel box de Renault en Interlagos 2013, donde se celebró el entierro de los V8 llevando al rojo vivo los colectores del propulsor francés y produciendo una sinfonía de sonidos agudos que casi deja sordo al personal. 

También moría una época de nuestro deporte, pero lo que nos trajo la rebaja de Paco nos dejó de un aire por compleja, por incomprensible y porque las calculadoras echaban humo de tanto usarlas aplicando penalizaciones aquí y allá mientras extrañábamos el ruido de los viejos tiempos.

Pero a lo que vamos. Nominalmente 2021 cierra viaje, y comenzamos mal porque, como he comentado en otras ocasiones, unos entrenamientos de tres días apenas van a dar para nada. Toma de contacto, ajustes probatorios y pare usted de contar...

Sacaremos conclusiones porque hay que sacarlas, pero la pretemporada se nos meterá en el calendario, de nuevo, y tal vez a partir del Gran Premio de España comprenderemos que Mercedes AMG se ha vuelto a escapar, y contando con que no visite Sakhir alguna tormenta de arena, como hizo en 2009 y 2015, que son más impredecibles que las de agua pero, con la tontería, se comen igualmente una jornada de necesario trabajo.

En fin, comienza el sarao y Nürbu está preparado. 

Crucemos los dedos. Os leo.

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