martes, 11 de junio de 2019

Pirelli, un clásico


Desde que se convirtió en proveedora única de neumáticos para la F1 en 2011, Pirelli no ha dejado pasar ni una temporada sin estar en el candelero. El puesto tiene su aquél, no vamos a negarlo, pero en igualdad de condiciones, la ECU, por ejemplo, dio bastante menos que hablar hasta que llegaron las unidades de potencia, y eso que se implantó en 2007, creo recordar.

El caso es que la reducción de espesor en la banda de rodadura que se usó ya el año pasado en un puñado de carreras, y apenas se notaba [Pirelli presenta en España sus neumáticos modificados y Los neumáticos con menos banda no benefician a nadie en particular], aplicada a la totalidad de la gama 2019, ha derivado en apenas unos meses, en la madre de todas las batallas porque sí se nota y al parecer beneficia bastante a Mercedes AMG, por no decir que favorece exclusivamente a la alemana.

El caso es que en Nürbu hemos hablado mucho del papelón que interpreta la milanesa en el tinglado, in hilo tempore, incluso mucho antes de que el personal se atreviese a imaginarlo [Pirelli], pero hoy, la verdad, tampoco tengo ganas de marear la perdiz con este asunto, sino, más bien, de puntualizar que conforme va transcurriendo el tiempo a la italiana le está pasando como a Vettel: que uno empieza a echar la vista atrás con su heroicidades y comienza a entender muchas cosas.

No obstante, resulta gracioso que mientras nuestros parvulitos estaban intentando refundar 2013 a base de números, estadísticas y visionados de Youtube, esté llegando al cuello de Mario Isola la porquería que sacó a la palestra Steiner en mayo —«Gastamos millones y millones para desarrollar estos monoplazas y luego están fuera de la ventana operativa del neumático y realmente no pueden ponerse en marcha» [Gastamos millones para desarrollar unos coches que no funcionan con estos neumáticos]—. Ahora ya no es sólo Haas, también Ferrari y Red Bull están señalando a las gomas como causantes de que el Reglamento 2019 no sirva ni para pipas...

Desgraciadamente sé como va a terminar esta historia. Para facilitar el cambio haría falta un amplio consenso o una cuestión de seguridad, como aquella que sucedió milagrosamente en el Gran Premio de Gran Bretaña 2013 y Dios quiera que no se repita.

Podría equivocarme, no sería ni la primera ni la última vez, pero antes que resolver el notable desequilibrio de la parrilla [Nota mental], ahora mismo resultan más rentables para el negocio el sexto de Lewis y el ocaso de Sebastian. Repito por si no ha quedado claro que me puedo equivocar, pero lo dudo, básicamente porque el protagonismo de las ruedas es pequeño ahora que todo el mundo ha tragado con que Brackley es superpoderosa de la muerte y prácticamente todo el pescado está vendido.

Ya termino, no os preocupéis, no sin antes recordar que en IndyCar, el WEC o la IMSA, los neumáticos originan algunos debates aislados pero jamás dejan de ser un elemento muy, muy secundario, y que si en la Fórmula 1 cobran tanto plano de metraje y chupada de foco, podría deberse a que la figura del proveedor único fue parida al alimón por Bernie Ecclestone y Max Mosley, y que Bridgestone declinó a finales de 2010 seguir haciéndoles el juego. Se dice que las Pirelli son gomas para el show, pero sigue pendiente la respuesta a la pregunta de ¿para qué show?

Y eso, que os leo.

2 comentarios:

pocascanas dijo...

Es que por mucho que se esfuercen la estrategia óptima sigue siendo a una parada. No es casualidad, lo han establecido así, de hecho han llegado a argumentar que "no conviene" tener más de una parada por el tránsito en el pitlane.
Queda el tema de si casualmente esto benficia a uno u otro; un susurro al oído puede ser suficiente.

Saludos desde el Coño Sur

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Pocascanas ;)

El rango de uso de las gomas, lo pronuncias como definitorio en Indy, Nascar, IMSA o WEC, y se descojonan vivos.

Abtazote ;)

Jose