Mi apuesta es Ricciardo

En la cosa ésta de ver si es Daniel Ricciardo o herr doktor Marko quien se ríe más a final de temporada mis prefencias están meridianamente claras: sin duda el que más se va a descojonar es aussie junior, básicamente porque está más acostumbrado que el austriaco a cachondearse de la vida, pero principalmente, porque es él el que ha escapado de la jaula de cristal de Milton Keynes y es el otro el que se queda en ella.

Parece pronto para hacer una apuesta tan clara y más si tenemos en cuenta que, en lo que llevamos de campaña, el australiano ha sumado dos ceros en su casillero personal, pero así y todo creo más en la embriagadora sonrisa de Daniel que en los esperpentos del señor mayor que dirige Red Bull con Christian Horner como testaferro y chaval de los recados.

Es obvio que no estoy a lo que habría que estar, ya que en caso contrario andaría escribiendo cuatro o cinco entradas diarias. La vida se cruza en tu camino y hay que atenderla como buenamente se puede. Total, que tienes un cliente bastante pesado al que tratas de quitarte de encima poniéndote pino filipino en el presupuesto presentado en diciembre, y contra todo pronóstico, va y lo acepta este jueves pasado coincidiendo, además, con la entrada de otro catálogo que requiere rapidez de ejecución, y la culminación de un texto de terror que tenía casi terminado pero que, por razones obvias, he tenido que aparcar para volver a él mañana...

Soy autónomo, emprendedor, que dicen, y aunque estas situaciones no me pillan de nuevo, lo cierto es que me sacuden los cimientos mientras veo la vida pasar y compruebo que, a pesar de los añitos que llevo a cuestas, sigo desenvolviéndome bien en situaciones que a otros tumbarían...

Daniel es de los míos —a ver si no de qué os iba a contar la batallita de más arriba—. Ha cambiado de escudería y parece que ha empezado con el culo o le ha mirado un tuerto —tomaros esto como prefiráis, es un dicho castizo y no voy a renunciar a usarlo—, y claro, lo normal entre la chavalería que nos nutre de contenidos es comenzar a hacer valoraciones a cuál más ramplona. ¿Va bien Red Bull...? Bueno, primero habrá que esperar a ver cómo queda todo el tinglado con Honda. ¿Va mal Renault...? Bueno, otra vez, habrá que ver cómo está el asunto en verano, porque Gasly está acusando en exceso los síntomas de que algo no va estupendo en el RB15 y Max tampoco es que ande para ir tirando cohetes a pesar de que los resultados (de momento) lo estén acompañando...

En Enstone están Nico y Daniel y ambos son de esos tíos capaces de ponerse el equipo a cuestas. Son valor añadido y es complicado desestimar la posibilidad de que, en conjunción con su escudería, acaben dando en el clavo. McLaren está un poquito mejor —no demasiado, la verdad—, pero a fin y a cuentas, la unidad de potencia, la parte de los monoplazas que está produciendo más quebraderos de cabeza a la entente, se va resolviendo (por fortuna) entre cuatro vehículos.

Tampoco debemos olvidar que en la gala hay auténticas ganas de partir los piños a Milton Keynes y como es de sobra conocido, viniendo del mundo de los Juegos de Rol doy bastante importancia a los Puntos de Moral. Y a lo que vamos: hay más moral y más ganas en Renault, y esto me lleva a apostar claramente por un piloto como Ricciardo. Nadie ha dicho que vaya a resultar sencillo, pero en Abu Dhabi es casi seguro que Daniel se ríe más que Marko, por inercia o por lo que sea, pero me juego la mano con que dibujo a que aussie junior termina por empañar las bravuconadas del individuo que incineró a Jaime Alguersauri y prefirió a Pierre Gasly a Carlos Sáinz...

Un millennial cerraría la entrada preguntando qué opináis, pero eso, que os leo.