miércoles, 14 de febrero de 2018

Glass eye


La Fórmula 1 no es Cantora pero muchas veces lo parece, como ahora, que no sé dónde ni a cuento de qué, el Jorge Javier correspondiente ha rescatado la experiencia de alguien que estuvo allí en 2007 como quien revela el secreto de la pirámide de Keops.

No voy a pasar por este aro. Por fortuna hay muchas más cosas de las que hablar incluso en el día de los enamorados y vamos a echar unas líneas sobre quien a la postre, se benefició de tanta tontuna como abundó aquel bendito año: Kimi, mi querubín rubio, el tipo que acaricia las curvas como no he visto hacer a nadie de la parrilla.

Nuestro Campeón Mundial de 2007 cobró esa temporada lo que se le debía desde 2005, pues aquella otra campaña, de no haber sido por la extrema delicadeza de la criatura parida por Adrian Newey y la fragilidad de los motores Mercedes-Benz, seguramente le habría grangeado su primer entorchado y la gloria de haber comenzado a jubilar al Kaiser.

Venía fuerte Iceman entonces, tanto que fue elegido para sustituir a Schumacher en Ferrari y vérselas con mi Felipe. Total, seis victorias en su estreno vestido de rosso que le coronaron como el mejor, y cabe recordarlo: como el último título de pilotos de Ferrari hasta la fecha. Pero en 2008 sucede un milagro aún mayor, Kimi es llamado a hacer de segundo de Massa a partir del Gran Premio de Italia y el finlandés cumple su cometido a la perfección, tanto que el paulista se corona Campeón del Mundo por un ratito.

Esta circunstancia, sumada a que Maranello parió para 2009 uno de los peores cacharros de todos los tiempos y que en 2010 su puesto sería ocupado por ese piloto cuyo nombre y apellido no se deben pronunciar, ha originado alrededor de Kimi una especie de leyenda negra que en vez de ensombrecerlo, bajo mi humilde punto de vista lo engrandece aún más.

Que Domenicali eligiera dar la oportunidad al de Sao Paulo —de las muchas que le daría luego— no significa otra cosa que Stefano prefirió la mediocridad conocida al riesgo por conocer. Sea como fuere, Raikkonen aceptó el juego pero no se le puede considerar responsable. Tampoco de lo que sucedió en 2009.

Aburrido (no me extraña), abandonó la Fórmula 1 y se pasó a los Rallys, y aburrido de los Rallys volvió a la Fórmula 1 a bordo de un Lotus. Tercero en la general de Pilotos en 2012 y con victoria incluida. El 2013, puesto que Gerard Lopez no le paga lo que está convenido, Kimi pasa del trasero de su entonces escudería después de haber dejado a los aficionados impagables momentos durante sus dogfights con Grosjean...

Yo diría —¡coño, lo digo siempre!— que estamos ante un piloto al que echaremos mucho de menos cuando se retire. La prensa no lo ha tratado bien, ni cuando fue llamado por Montezemolo para espolear a ése en calificación, sin que ninguno de los tres llegara a imaginar la castaña de trasto que iba a defender los colores de La Scuderia durante 2014.

La parte nueva de su carrera profesional la conocéis de sobra. Kimi es un sobrevalorado, dicen los expertos que aseguran que el piloto tiene una importancia actual que ronda el 1% en el equipo.

Démosles la razón, aceptemos que Iceman tasa su contribución actual a la de Il Cavallino en un 0,98 o 0,99%. Sobrevalorado o no, sigue en la élite, y esperemos que Sebastian no se vea obligado a dejar de ser el piloto número 1 de Ferrari y tenga que ser sustituido por Giovinazzi o Leclerc, porque a lo peor Iceman se los come y nos encontramos con que mi querubín rubio sólo ha estado haciendo su trabajo estos últimos años, a su manera, como ha hecho siempre.

Os leo.

5 comentarios:

enrique dijo...

Tengo sentimientos encontrados con Kimi. Por una parte, es de ley reconocer que merece algún mundial más. Pero esta última etapa suya de "funcionario"no me acaba de gustar.

Elín Fernández dijo...

Como dice Enrique, si sigue de Funcionario no va a llegar más lejos de lo que ha llegado... en su segunda etapa y la última parte de la primera (también) en Maranello.

GRING dijo...

Lo de que abandonó aburrido los rallyes ha estado muy gracioso...seguro que sus mecánicos y los responsables del equipo sí que estaban aburridos de sus frecuentes accidentes. Kimi, con sus claroscuros, tendrá lo que se merece en la historia de la F1. Con un poquito más de actitud, pero sobre todo de inteligencia, hubiera tenido un mejor palmarés.

fleichié dijo...

No creo que pudiera librarse de su condición de mayordomo aunque quisiera .
Primero están las órdenes de equipo .
Luego las "cosillas raras" que suceden cada vez que tiene un finde màs rápido que el de su compañero .
Y por si todo esto fallara , estarán los abogados de Seb esperando en la recámara ;)
Saludos

Tadeo dijo...

LO que creo que queda claro es que ahora no está dando el rendimiento que obtuvo en su juventud en la F1. Sea sobrevalorado o simplemente castrado, todos esperamos más de él.

A ver si toca este año que empieza

Saludos