domingo, 4 de febrero de 2018

Alguien tiene que decirlo


Le decía a Ernesto anteayer que debía haberlo dejado en 2017, que 2018 era la fecha límite que tenía pensada desde hace mucho para grabar The End en Nürbu, que 2019 sólo supone un buen final para los replicantes...

Tampoco imaginaba que iba a tener que desempolvar mi A-10, pero la vida es así y así viene, y una tarde como otra cualquiera te encuentras con que a Manu Franco le montan una emboscada casi en casa, total, por expresar en su perfil de Twitter que apoya incondicionalmente a Carmen Jordá. 

A ver, lo que haga Carmen ni me va ni me viene. Tampoco los apoyos que concita, ni en el caso que nos ocupa, las razones que han llevado a Franco a apoyarla sin ambages. Lo que me jode de este asunto es que Raúl Romojaro haya tenido la ocurrencia de afear a Manu en público cuando fue protagonista de aquella anécdota que os conté hace tiempo, en la que, en convesarción tuitera, el aludido rechazó entender que le estaba presentando a un ingeniero aerodinámico de McLaren con el que poder aclarar sus dudas, simplemente porque tenía las cosas suficientemente claras y no compraba más humo (sic, sic, ¡pim, pam pum!).

He escrito por mensaje privado a Manu para mostrale mi apoyo y he exteriorizado mis intenciones en público. Pero cansado de que se me felicite sólo por MD (mensaje directo, no accesible al vulgo), se me pida por el mismo canal anónimo consejo o apoyo técnico, o se me solicite ayuda o se me informe de algo importante para todo esto, me he dicho que esta trama merecía al menos una entrada.

Corría no sé cuándo demonios. Yo había trazado concomitancias entre el Julio Pola venezolano y nuestro Julio González Pola, y claro, al domingo siguiente de haber ayudado a contactar con la familia del piloto, iluso de mí, compré 2 Marca imaginando que la parte que me había pedido el favor iba a reconocer mi pequeña contribución, pero ¡quita bicho...! me quedé con mis dos ejemplares abonados y un puto palmo de narices.

Los Romojaro han ganado siempre a los Franco en el futbolín porque para eso son los primeros serios de toda la vida, circunstancia que les permite joder los flancos de un tipo al que previamente le he hemos aflojado o ablandado los riñones la turba.

Fui hormiga cuando el protagonista de esta entrada iba de halcón. Fui plebe, pero esta tarde hemos pasado a mayores, los Romojaro que han sido y son, creen que las tienen todas consigo y ahí que no. A tu lado siempre, Manu, aunque muchas veces no coincidamos. Que no le gusta el cuadro actual a tu a tu antiguo jefe, ni tu apoyo incondicional a Jordá, pues como a Jerjes, que le vayan comiendo las avellanitas en el embudo de la Termópilas.

Os leo. Te leo.

3 comentarios:

enrique dijo...

Cuan identificado me siento en esta entrada!!!! Y que bien escrita!!!. Me encanta lo que subyace

Anónimo dijo...

Siempre he visto a Manu como uno de los “nuestros”, sin embargo a Romojaro llevo años sin leer las pamplinas que publica, ya que como buena veleta, apunta según le de el aire...
Un abrazo Josete y a todos los que te seguimos.
Pablo.

Fleichié dijo...

Para mucha gente de habla hispana (también para los de cruzado el charco) , puedes ser un periodista cojonudo si le bailas el agua a Luisito , o les lames el trasero a Vettel o a Raikkonen .
Pero como se te ocurra hablar bien de Fernando estás listo de papeles . Se te señala , eres estigmatizado y poco menos que definido como un futbolero metido a seguidor ultra de la F1 .
En fin , paciencia . Si la inteligencia abundase en este planeta , Gran Hermano no tendría ninguna audiencia .....o como se suele decir , aquí no cabe un tonto más .
Saludos