De colores

Dicen que bien está lo que bien acaba y no vamos a ser tan necios como para negar que suena estupendamente una gama para seco integrada por siete compuestos, dos de ellos totalmente nuevos: superduro (superhard) e hiperblando (hypersoft).

Sí, confieso que también esbocé una sonrisa de oreja a oreja cuando me enfrenté al concetto Pirelli Rainbow, que diría don Pepiño Blanco, y sí, seguramente pensé lo mismo que vosotros: si van a ser tan rígidos y resistentes como este año, da lo mismo que sean siete que veintisiete...

Pero la cosa tiene su miga y a pesar de que  llevo zurrando a la milanesa prácticamente desde que se estrenó como proveedora única de gomas para la Fórmula 1 en 2011, justo es reconocer que ahora, sobre el papel, su solución para 2018 resulta bastante inteligente.

Antes de meternos en harina, espero que recordéis todo lo que hemos hablado sobre ruedas en Nürbu. Tenéis a mano las etiquetas «Neumáticos» y «Pirelli» para que, si os apetece, echéis el ratito y os hagáis una idea de su importancia en el actual formato de la Fórmula 1. Importancia que, dicho sea de paso, ha crecido considerablemente con la etapa híbrida, pues buena parte del rendimiento que puede aportar el MGU-K a la unidad de potencia depende de ellas [Olvidad que son sólo redondas y negras].

Bien, cuando Paul Hembery le pasó los trastos a Mario Isola al poco de que Liberty jubilara a Bernie Ecclestone [Isola sustituirá a Hembery como jefe de automovilismo de Pirelli el 15 de marzo], ya vimos las orejas al lobo. Liberty Media quiere competición en pista y esta noble aspiración no casaba con el comportamiento de la italiana a pesar de que el contrato de suministro de la milanesa es con FOM, no con la FIA.

Imagino que Carey y su gente se han puesto serios en este aspecto y han recordado a Pirelli sus obligaciones, y que en el pliego de condiciones se mencionaba 1 segundo de diferencia entre rendimiento de compuestos.

Sobre esta letra pequeña, o grande —sinceramente lo desconozco—, cabe decir que cuando no tienes ninguna intención de cumplir la cláusula, caso de Bernie, te da lo mismo poner 1 segundo que 5, pero para Liberty sí es importante este extremo y puesto que a todas luces es complicado conseguir una diferencia tan grande y tan clara sólo con los compuestos, ya que intervienen multitud de otros factores, Pirelli, en buena lógica, ha respondido aumentando el número de alternativas.

Es sencillo de ver por dónde van los tiros. Pongamos por caso que la diferencia real entre gomas diferentes para la campaña que viene va a ser tan sólo de 0'4 segundos, independientemente de su ventana de temperatura y duración, que esa es otra. Si elegimos neumáticos alternos: superduro, medio y superblando, por ejemplo, ya tenemos una distancia de comportamiento apreciable en pista y por el público, y asumible para el patrón pues rondaría los 0'8 segundos efectivos.

Si queremos mejorar el asunto siempre podemos dar dos saltos en vez de uno: superduro, blando e hiperblando. La distancia estimada sería ahora de 1'2 segundos entre cada tipo de goma... Y ni os cuento lo que sucedería si el salto fuese triple mortal: duros, medios e hiperblandos...

El número de combinaciones posibles será la temporada que viene de 35 cuando en 2017 sólo han sido de 10 con cinco compuestos diferentes y de 4 a partir de que quedaron desterradas las gomas duras... A todas luces salimos ganando. Tal vez no lleguemos al segundo prometido y contratado, pero las probabilidades de que nos divirtamos por fin habrán aumentado considerablemente porque tendremos estrategias de verdad, ya que la variedad y diferencia de rendimiento de los distintos neumáticos lo van a permitir.

Joan Baez, De colores... Os leo.