lunes, 25 de mayo de 2015

El joven Mad Max


A veces, no somos conscientes de cómo nos influyen los astros. Ayer leí el zodiaco como hago todas las mañanas durante el café, de tapadillo, a hurtadillas para que nadie sepa jamás de uno de mi más secretos vicios. Inconsciente, pobre de mí, de que el aviso de que iba a tener una sorpresa por pertenecer a la casa de Leo, se materializaba poco antes de las 16:00 horas en la ciudad de Montecarlo.

Mad Max 2012, era destronado a la entrada de Santa Devota, por un jovencísimo y nuevo Mad Max 2015 que para colmo, es genuinamente Max, no como su antecesor, que siempre ha respondido al nombre de Romain.

Recuerdo cuando al francés no lo quería tener nadie cerca.

Todo empezó en el mismo escenario de hace unas horas aunque durante la salida del Gran Premio del Principado de 2012. El pobre Grosjean se lió y Kobayashi sufrió un susto de no menearse, con despegue y aterrizaje incluido. A partir de ahí, todo fue de mal en peor. Quizá por aquello de hazte la fama y échate a dormir, el ginebrino se convirtió en sinónimo de bola de bolera, y porque obviamente, nadie quería hacer de bolo, la secuencia de incidentes en los que se vio envuelto fue sobresaliente, llegando a alcanzar su clímax en Spa-Francorchamps, cuando tuvo la ocurrencia de querer afeitar el bigote a Fernando sin haberle puesto ni espuma ni gel...

Reíros de Pastor. El venezolano es más de un yo me lo guiso, yo me lo como. Más íntimo y personal, en una palabra aunque sean dos. Puede pillar a alguien en sus travesuras pero por lo general, Maldonado es bastante respetuoso con su entorno. Romain era diferente. Era joven y soportaba una bonita presión en Lotus por mantener su asiento, que lo mantuvo, pero creció y creció. Y a Max el genuino, le pasa prácticamente lo mismo aunque a su tierna edad se tome todo con irrespetuosa ingenuidad.

Su comentario sobre el accidente es una maravillosa declaración de intenciones: «He frenado en el mismo sitio, pero él [Grosjean] ha frenado 50 metros antes. No me esperaba algo así.»

Versttapen corre para sí mismo, como los grandes. Iba concentrado, como los grandes. Buscando referencias para conseguir los mejores tiempos, como los grandes. Imaginando estrategias como la de ir de tapadillo detrás de Vettel para ir devorando rivales, como los grandes cuando circulan en inferioridad de condiciones. 

Cada vez me gusta más el chiquillo de Jos. Junto a Carlos, —no me cansaré de repetirlo—, es lo mejor que hay en la actual parrilla porque ambos compiten con una naturalidad que se echaba en falta desde hace mucho en El Circo. Con ellos, todo es natural, incluso las meteduras de pata y los accidentes.

Sólo espero que la garlopa descafeinadora de la FIA, no nos estropee un par de diamantes que a buen seguro se irán puliendo con cosas como las de este fin de semana. 

Os leo.

3 comentarios:

Aficionando dijo...

Completamente de acuerdo.

Anónimo dijo...

Yo creo que lo de MAX es perdonable, luego del espectáculo que nos regaló por momentos. Ladrón que roba a ladrón... Va a dar miedo cuando asiente ese filo, mentalidad de depredador.

Y Maldonado, bueno... preguntarle a monoceja Gutiérrez por la triple voltereta que le hizo ejecutar no hace mucho. Muy flojo, ni siquiera paró a ver si su víctima aún seguía viva.

Anónimo dijo...

Es muy rápido Max, diría incluso que tiene un gran talento natural para pilotar pero disiento con vosotros en una cosa. No se puede pilotar solo con los cataplines sin usar la cabeza. El domingo se llevó puesto a Romain y lo hubiera hecho frenara 50 metros mas pronto o mas tarde. A pesar de animar el cotarro se estaba mascando el castañazo desde hacia tiempo. Es mi opinión al menos....
Un saludo.
Álvaro.