lunes, 7 de abril de 2014

Hijos del viento


En días como hoy en que llego al teclado como si hubiese cubierto tres o cuatro relevos consecutivos en Le Mans, pienso más que nunca en lo que hay detrás del decorado, en cómo se habla muy poco de la vista a la que tendrá que asistir Ecclestone como imputado por el caso Gribkowsky, mientras el viejo se empeña una y otra vez en distraernos a nosotros y a quienes deberían estar atentos a este tipo de cosas, con el poco ruido que hacen los modernos motores o cualquier otra zarandaja que afirma, tampoco es de su gusto.

También recalo en esa otra figura a la que solo le falta la toga palmata para entrar triunfante en el paddock, que atiende al nombre de signore y va repartiendo a su paso funestos presagios o títulos honoríficos del tipo tú eres un hombre Ferrari, tú no eres un hombre Ferrari, cuando el que no es un hombre Ferrari es él aunque haya sido renovado como presidente de la casa para seguir manteniendo alta una llama que en el deporte, a pie de asfalto, entendámonos, cae a cuenta de tipos como Fernando, que salen a luchar armados con un miserable pugio para enfrentarse a una docena de mirmillones perfectamente pertrechados y ávidos de sangre y gloria...

Luca y Bernie parecen las dos caras de una moneda pero en el fondo son la misma, la que entre buenas maneras y abundante fair play se está llevando la Fórmula 1 al carajo, al entender que cabe pagar a Mercedes-Benz por su presencia en el tinglado.

La otra cara la pudimos ver brevemente ayer. Hombres conduciendo máquinas como si estuvieran jugando, como simularon una pelea de taberna Lewis y Nico tras haber aparcado sus coches, o como se descojonó Fernando al levantar el brazo al paso de su vehículo por la línea de meta. También jugaron Daniel y Sebastian, y Sergio con su merecido tercer puesto, y Hulk y Felipe y Valtteri. Ayer jugaron todos menos Esteban, y como reseñé, fue de agradecer que el espectáculo resplandeciera incluso más que las luces que iluminaban Sakhir.

También pienso en este tipo de chorradas, en cómo el orden establecido por los que piensan por nosotros, se tambalea en cuanto el semáforo se pone en verde.

Del primero al último piloto de la parrilla cree en lo que hace y eso es infinitamente saludable, porque más allá de los planes, estrategias y estimaciones, desde el interior de su habitáculo, es un hombre quien juega a los dados como si fuese Dios.

Ayer ocurrió también. Nico llevaba mejores gomas que Lewis y no se lo pensó dos veces en cuanto el Safety Car abandonó la pista. A partir de ese momento comenzó a dar lo mismo que la prueba se disputara de noche o de día o que quedaran pocas o muchas vueltas. El alemán y el británico abandonaron sus correspondientes aureolas y desandaron sus respectivos caminos profesionales para volver a encontrarse sobre el remolque de una camioneta y apostar juntos otra vez, a quién de los dos sería el mejor en la próxima carrera para ser recordado como el auténtico hijo del viento.

Os leo.

5 comentarios:

Nacho Lascaray dijo...

Genial foto y genial carrera ,(pena de Ferrari.....) pero Fernando siempre demuestra la clase de piloto que es tenga lo que tenga (que se lo pregunten a sus compañeros de equipo....)
Un saludo a todos

Aficionando dijo...

Cada vez más decepcionado. Esta no es mi fórmula 1.

Tadeo dijo...

Lo que yo no entendí, y creo que nunca lo haré, es que un piloto con unas ruedas blandas dos segundos más rápidas que un piloto con ruedas duras no pudiera adelantar a éste, ni siquiera por tracción !!!!

En ese coche hay algo más, cuando los ves salir del pit-stop van todos despendolados moviendo la trasera a un lado y a otro mientras aceleran. El domingo estos dos patinaban, pero menos...

Saludos

PD: sigo a la mía, no solo son mejores, hay algo más

Jose Tellaetxe Isusi [Orroe] dijo...

Buenas tardes ;)

Nacho ;) A ver si hablo de la rossa dentro de un rato, que tengo el cuerpo reventón XDDD

Aficionando ;) Se les ha ido la mano este año, eso desde luego :P

Tadeo ;) La temperatura del asfalto podría ayudarnos a entender el último tramo del GP de Bahrein. De noche estaba bastante más frío y el rendimiento de los compuestos más rápidos podía verse afectado, no así los ya usados.

En todo caso, estoy contigo, en China volvemos a la serenidad troquelada desde las alturas, que el despendole del domingo pasado podía pasar factura XDDD

Un abrazote ;)

Jose

Anónimo dijo...

Orroe, corrija por favor ese "hábidos" por la forma correcta "ávidos", es que hace daño a la vista :P

Lastra.