Preciosa manifestación de competición en estado puro la que hemos disfrutado desde que, en La Sarthe, Zinedine Zidane ondeaba la tricolor a las 16:00 horas de ayer sábado.
Este año ni he tomado apuntes ni he memorizado nada. He asistido a las 24 Horas de oyente, que decíamos antes, lo que no me evitó quedarme hasta las tantas esta madrugada y, esta mañana, nada más levantarme, conectarme a la carrera prácticamente en gayumbos, mientras me preparaba el café bien cargado y sostenía la pipa humeante entre mis dientes...