miércoles, 7 de julio de 2021

Lloran las cortaderas, Lole

No tengo cuerpo para esperar el inevitable desfile de llantos y memorias en las capillitas correspondientes. Prefiero despedirme aquí y así de uno de esos gigantes que marcaron mi vida como aficionado a este deporte, con su corazón todavía palpitante, cuando aún podría escucharme si ello fuese posible...

Aún no se ha ido Gaucho Reutemann, el Lole. Se irá como nos acabaremos yendo todos, sí, pero esta vez llevándose consigo el recuerdo de una etapa intensa de la Fórmula 1 en la que, efectivamente sólo cabían los mejores y en la cual el argentino destacó por su calidad, velocidad, finura y limpieza al volante, y donde era posible ser un gentleman sin haber nacido en Inglaterra. 

Hoy no se entiende, pero en aquel entonces lejano los pilotos eran también ejemplo, Norte, guías del desfiladero para los chiquillos y adolescentes. Carlos Alberto jamás ganó un Mundial F1 pero pocos de mi generación no hablan de él con infinito respeto. 

Luces, sombras, y el Lole tallado en granito, único.

Os leo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Un mito de aquellos años míticos, toda la fuerza para él y su familia.



King Crimson

Enrique Valdez dijo...

Mi ídolo y quien provocó mi afición por la fórmula 1.
No tengo palabras para expresar las sensaciones por las que atravieso en este momento.
Que mejores Lole!!

Anónimo dijo...

Veo q lamentablemente la noticia ya es oficial. Grande, te recordaremos x siempre campeón. Triste, me siento muy triste.


King Crimson

Erathor dijo...

Mis primeros recuerdos son de los inicios de Senna en la época de Lotus y aquellas narraciones de nuestro añorado Maese Castellá.

Tumbado en el sofá con mi viejo y levantándome a colocar la antena cuando se movía la imagen de la segunda cadena.

Maese hablaba de estos nombres que, tan pequeñajo -soy del 76-, me sonaban a chino pero, pero aquella erudición te enganchaba. Aquellas anécdotas, aquellos detalles. Y entonces le preguntaba a papá y llegaba la magia:

'esa carrera la vi yo en el "chigre" del pueblo con tu tío'.

Y entonces te contaba lo vivido y se convertía en algo tuyo. Entre tu viejo y tú.

De ahí que tenga un punto de vista totalmente romántico de los años 70 y, hoy en día, siga admirando los santos 'cojones' que tenían los muy 'cabrones' de ir cómo iban con aquellas latas de sardinas.
Jugando con el doble embrague y el punta tacón con un cambio en H en el que seguramente la primera, por muy directo que fuera el cambio, no sería sincronizada y conseguían engranar a golpe de buen oído y tacto en el derecho.

YouTube me permitió ponerme al día. Carreras diluviando, con coches delizando sobre las 4 ruedas, contravolantes a una mano mientras el pie derecho danzaba sobre su punta pidiendo permiso a los sufridos cambios para reducir una más.

La F1 y los rallyes dejaron de ser lo mismo cuando desapareció el cambio en H, aunque fueran cajas de relación directa, como ya mencioné.

Fue el principio del fin del piloto como protagonista, como elemento clave que marcaba las diferencias.

Cuidar el cambio, no pasar el motor de vueltas en las apuradas de frenada o, incluso, evitar colgar la transmisión y hacer un trompo.

Cambiar rápido sin forzar los sincronizados, ser consciente de cuando cambiar porque tienes unas décimas de segundo sin tracción y hay que saber cuándo escoger esos lapsus.

El sonido más hermoso de este mundo era el de un Ferrari con motor V12 en un cambio en H. Y la cosa más difícil del mundo, donarlo para que no te partiera la transmisión en dos.

Así que, ¿quiénes eran Reuteman y compañía comparados con pilotos que tienen tres metros de asfalto por piano y el coche se lo hace todo?

Cómo domarian esos 1000cv con un cambio sin seamless y sin centralitas, sin bombas inyectoras inteligentes, sin frenos 'by wire'.

Serían 20 Mazepines en pista. ;b ;b ;b.
Rolling festival!

Erathor dijo...

https://youtu.be/UOU2KRDna-I

Un regalín. Recomendable auriculares.

El control de tracción era bombear con el pie derecho. ;b

Lastra dijo...

Bueno, pues el Lole ya nos ha dejado, pero nos queda su recuerdo, el recuerdo de un tipo de una pieza y un gran piloto. Así que mientras vivamos quienes le recordamos el seguirá aquí entre nosotros.

Saludos y abrazos para todos.

Anónimo dijo...


Que descanse en paz el Lole.
Se lo merece.
¡Gracias a él me hice fan de la Fórmula uno!

Un ejemplo de deportista, un caballero de otra época, sin duda.

No siempre comprendido o respetado por sus jefes de equipo.... Todavía tengo atragantado el campeonato de 1981 que no pudo ganar por el "esfuerzo manifiesto" que hizo su equipo para que no lo consiguiera, luego de la conocida desobediencia del Lole en la carrera Brasil de ese año. (La del famoso cartel JONES-REUT)

Una anécdota que caracterizaría de leyenda urbana y que lo pinta a Reutemann por su inteligencia y ubicuidad, cuenta que un connacional lo paró una vez en la calle, y típico de nuestra idiosincrasia fatalista o crítica, que ve sólo los defectos ajenos y no los propios, le increpa al Lole:
- Usted siempre segundo, siempre segundo.... ¿Cuándo va a ganar algo?
Reutemann se para y le contesta:
- Yo saldré segundo en una profesión a la que sólo llegan veinte personas en el mundo para competir, y usted señor, ¿Qué lugar ocupa en el mundo con su profesión?
Impecable

Saludos desde Argentina.

pocascanas dijo...

Inolvidable, se me piantó un lagrimón con la noticia.
Lo recuerdo desde sus inicios europeos, corriendo Fórmula 2 en el equipo del ACA, junto a Ruesh.

Chau, Lole.