Agosto cae en mayo

El actual formato de Fórmula 1 paraliza su quehacer diario durante este mes, precisamente. Puede parecer normal porque los medios de comunicación ralentizan su actividad y nos la llenan de becarios, o becarias, que no tienen mejor ocurrencia que informar de las Olimpiadas que comenzarán a celebrarse a partir de mañana, bajo el pabellón testosterónico que agrupa a los atletas varones por sus valores épicos y a las chicas, por sus tetas, cinturita y tal... Macizorras o callos malayos, vamos.

Los periódicos salen a 36 euros por kilo de página y la programación televisiva tira literalmente para atrás...

Nuestro exministro Wert diría que todo esto sucede por el bien del sufrido pueblo, para que lea, ¡coño, que no leemos nada!, pero la realidad es que a los que ponen las pelas para que se mantenga el tinglado, no les sale a cuenta invertir un miserable céntimo lejos del Sálvame diario o como demontres se llame, cuando la gente está a otras cosas: vivir, por ejemplo. Reconocer a los niños, intentar que te reconozcan ellos a ti, disfrutar de la playa, la paella o una partida de dominó o mus con los amigos, sin tener presente la imagen del jefe o la suegra; y si hace, descubrir por las noches, o en la ducha, que sigue siendo posible jugar a los médicos con la pareja, como cuando éramos jóvenes y el mundo significaba un manantial inagotable de ilusiones.

Sea como fuere, agosto resulta para nosotros una especie de cementerio de animales, porque a partir de Bélgica, más de media parrilla disputará muerta las pruebas restantes hasta Abu Dhabi.

No os alarméis tampoco. Esto viene siendo así de unas décadas a esta parte, y con más perfidia si cabe, de 2008 a nuestros días. 

Llegan estos momentos, y agosto es mayo porque la peña se pone en primavera a contar lo que le queda de saldo y elige entre hacer el indio ahora o dejarlo para el año que viene. Y puesto que lleva más razón que un santo don Manuel Alcántara cuando afirma que el mañana es puro optimismo porque el presente da más miedo que vergüenza, se escoge siempre arrear con lo puesto hasta que finalice todo, porque 2017 queda más lejos que septiembre y si suena la flauta, pues mira...

Esto es un negocio, nos dicen, y Joaquín Verdegay recalcaba a comienzos de 2015 que ante todo es un espectáculo [dentro vídeo]. Pues bien, a partir de Spa, el espectáculo de los cojones consistirá en que 8 de las 11 escuderías presentes en el Mundial se limitarán a hacer bulto, evitando así que FOM las penalice por incumplimiento de contrato. Y rezando... no sea que se haga necesario utilizar resina, fibra de vidrio y cinta americana, para reforzar el triángulo superior de la suspensión trasera de un coche que compite en la disciplina más elitista del motorsport [Caterham: Kamui Kobayashi was «scared» before Russian GP].

Cuando el asunto va de ricos y pobres, y hay tanto árbitro casero suelto recordándonos que no nos enteramos de la misa a la media, suceden estas cosas. Hay que admitirlo y lo admito, eso sí, a regañadientes. Pero no toquéis mucho las pelotas con el tema de si es razonable, o no, que se hable más de otras circunstancias que de carreras, cuando el cuadro que nos ofrecen FIA y FOM es tan lamentable que en mayo ya se pueden prever los descartes de agosto, faltando 9 carreras para completar la sesión.

Os leo.