viernes, 5 de agosto de 2016

Correr, correr, correr...


Cuando terminaron las 24 Horas de Le Mans, se suscitó el debate, cómo no, de si el WEC la tiene más larga que la Fórmula 1 o el tamaño no importa y tal.

A un lado, las huestes que niegan siempre la mayor porque las dos diciplinas son diferentes y es muy futbolero andar haciendo comparaciones idiotas. Al otro, los que sólo pretenden divertirse.

Como apestaditos, los integrantes del segundo grupo fueron cayendo en combate porque dos no discuten si uno no quiere, o porque, a veces, resulta más apropiado dejar para mejor día lo de insistir en mellar con la cabeza una pared de hormigón armado. Desde entonces, la elite se pavoneó de su triunfo porque algunos gurúes y un mago estuvieron a su lado defendiendo la luz que debería alumbrar incluso a los que la rechazan.

Pensaba que aquello no daba para más, pero el caso es que en mi repaso matinal a la caza y captura de motivos para mis entradas, he descubierto que el debate sigue abierto, esta vez a cuenta de la pasada edición de las 6 Horas de Nürburgring.

Hoy no eres nadie en el mundillo si no conoces la parrilla completa que participa en los juegos florales de Cambridge, o la esquinita exacta dónde orinó por primera vez y sin la ayuda de su madre, el mejor piloto de todos los tiempos: el vigésimo segundo Duque de Askfor, Hilarión Milton Preston, mundialmente conocido como Hilly Preston...

Entre lo que se cuece en categorías inferiores, disciplinas similares (es un decir) y diferentes a la F1, y que hay que leer a los expertos y digerir las toneladas de información útil vertidas por los analistas de frigoríficos que en el mundo han sido, son y serán, ser aficionado al motorsport sale por un pico, y no precisamente en pasta, que también, sino en horas, que no tiene tantas el día como para dar abasto con tanta responsabilidad. 

Bueno, también es verdad que cada cual gasta de lo que tiene y no seré yo quien le diga a nadie lo que le conviene hacer, pero quería poner mi granito diciendo que nuestro deporte la tiene más corta que la Resistencia y que el tamaño sí importa, puesto que en estas cosas no hablamos sólo de tecnología, como postulan algunos, ni de si el WEC es o no un cementerio de elefantes que no consiguieron medrar en la Fórmula 1, como argumentan otros, sino de espectáculo puro y duro, y en este sentido, el que ofrecen los biplazas carenados, abiertos, o deportivos preparados, atrae al público en la actualidad con mayor intensidad que el que plantea el corralito de Bernie, aunque sea más complejo seguirlo.

En serio, no hay que tener dos dedos de frente para ver que si Ecclestone ha solapado las 24 Horas de Le Mans con un engendro del diablo totalmente prescindible como el Gran Premio de Europa 2016, ha sido porque en líneas generales la tenemos más chiquita. Por eso, y también por evitar que los pilotos de F1 se exilien, aunque sea un fin de semana al año, a un lugar donde les dejan correr sin tanta monserga como abunda en lo nuestro.

Porque lo que nos gusta del motorsport es que los conductores y vehículos de cualquier categoría o disciplina corran, corran mucho, ¿no? 

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vas marcando tendencia... escribes un viernes del wec y el domingo ZAS!
http://www.thebestf1.es/la-formula-1-deberia-aprender-bastantes-cosas-del-mundial-resistencia/